Karen, de 30 años, lleva un negocio de impresión digital y serigrafía en la colonia Obrera, en la zona de Chabacano. Para ejercer su actividad renta dos locales comerciales en una plaza y hasta ahora no tiene certeza si el lugar va a parar y peor aún, si le van a renovar su contrato de arrendamiento. Tampoco tiene certeza sobre si podrá continuar pagando el salario a sus cuatro empleados.
Como ella hay 44 mil pequeñas y medianas empresas (pymes) en la Ciudad de México que corren el riesgo de quebrar debido al parón económico que se vaticina derivado de la emergencia sanitaria causada por el nuevo coronavirus Covid-19, de acuerdo con el presidente de la Cámara de Comercios, Servicios y Turismo en Pequeño, Eduardo Contreras Pérez, quien preocupado advierte: “nuestro gremio está parado”.
Detalla a El Sol de México que el parón de actividades que se avecina afectará 250 mil empleos que están asociados a estas 44 mil pymes en las que laboran de una a 10 personas y de las que dependen, en promedio, tres familias. “Son comercios que por lo regular viven al día. Es algo preocupante para la Canacope la situación que se avecina y que ya se está viviendo” desde esta semana.
Hay toda clase de giros afectados: cocinas económicas, carnicerías, café internet, papelerías, transporte escolar, cooperativas escolares, tiendas de abarrotes. Cuenta que una fonda cercana a la sede de la Canacope, en la calle Isabel la Católica, en el Centro Histórico, pasó de vender tres mil pesos por día la semana pasada, a 400 pesos el miércoles pasado. “La gente ya no está yendo a trabajar y eso de lo que principalmente se sostiene el pequeño comercio”.
La cooperativa escolar en la que trabaja Verónica bajó su cortina este jueves y con eso se extinguió su fuente de ingresos, por lo menos, hasta el 20 de abril. No sabe cómo obtendrá dinero para el día a día. Tampoco tiene para pagar la renta del mes de abril y su arrendadora no le ha comunicado nada sobre si podría suprimirle el pago debido a la situación de emergencia sanitaria que vive el país.
La Canacope no se aventura a dar un estimado de la pérdida económica que supondrá el aislamiento social para prevenir el contagio de la enfermedad Covid-19. “No sabemos cuánto tiempo más se pueda alargar la cuarentena, cómo pueda evolucionar el virus, puede quedarse como está y ya no haber contagios, o inclusive se puede alargar tres o cuatro meses, eso ya sería devastador”, advierte.
Si de algo puede sujetarse el pequeño comercio para soportar la embestida que se viene es del consumo local, pues hasta ahora no han sido llamados por el gobierno local o federal para el diseño de un plan de amortiguamiento o la condonación o retardo del pago de impuestos, como sugieren las cámaras empresariales.
Por ello el presidente de la Canacope, Eduardo Contreras dijo: “la gente está yendo a comprar a las grandes cadenas comerciales, no está volteando a ver al pequeño comercio local. Les pedimos que vayan a comprar con el señor de la tienda, a la de la cremería, pollería, carnicería, la verdulería, que no se pare la economía del pequeño comercio, porque si a ellos no les compran sería catastrófico. Las grandes cadenas comerciales tienen forma de solventar esta cuarentena, pero el pequeño comercio no”.
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