El árbitro pita el arranque del partido y el balón empieza a rodar sobre una cancha sin comparación pues está localizada justo en el cráter de un volcán inactivo al sur de Ciudad de México.
Se trata del Teoca, en la alcaldía Xochimilco, que con sus zonas boscosas, sus intrincados canales y chinampas contrasta con el asfalto de la capital.
De acuerdo con el gobierno local, no tiene antecedentes de erupción, como su vecino el Xitle, ni está rodeada de comunidades milenarias como Teuhtli.
Hasta el momento no hay reportes de que en sus terrenos existan vestigios arqueológicos. La página web MexicoCity del gobierno capitalino informa que su nombre podría significar “asiento de los dioses”.
El pasado domingo se enfrentaron el Liverpool contra el Tepetlapa en la fecha 1 de la liga de aficionados Santa Cecilia, creada hace más de 60 años y que actualmente cuenta con una decena de clubes.
"Antes de la pandemia, teníamos 22 equipos, se jugaba (...) con todos los pueblos de de Xochimilco", explicó Joel Becerril, representante de la liga, para AFP.
La vista es monumental, el verde de los espesos y altos árboles que cubren la montaña es coronado por la cancha.
Las porterías son de tubos de metal y grandes piedras sirven para aplastar los extremos de las redes. El campo carece de banderines para indicar el medio campo y las esquinas, y muy temprano alguien llegó para trazar con cal su centro, las áreas chicas, grandes y límites en general.
Al amanecer, una espesa neblina cubre el terreno de juego, pero se va disipando conforme sale el sol.
El volcán cuenta con un camino vehicular para acceder a la cima, pero también hay una ruta de 18 km caminando desde un museo de Xochimilco.
Joel Becerril, integrante del equipo Tepetlapa, recordó en plática con El Sol de México que ese campo nació hace aproximadamente 70 años; los primeros jugadores tenían que subir entre los árboles porque la brecha de la entrada actual no existía.
El campo estaba sembrado, pero alguien en el pueblo de Santa Cecilia Tepetlapa tuvo la idea de convertirlo mejor en una cancha de futbol, por lo que procedieron a deshierbarlo, cortaron algunos árboles y emparejaron el terreno. Los primeros arcos eran simples: dos palos y un travesaño de madera. Así nació, muy sencillamente, la que en youtube llaman “la cancha de los dioses”.
"Para mí es muy impresionante venir, subir. Toda la trayectoria que tenemos que hacer para llegar al campo y tener un escenario muy bonito", dice Daniel Mancilla Peña, portero de 47 años del Tepetlapa, que perdió 3-2 ante el Liverpool.
Jugar aquí es todo un reto, ya que la meseta donde está la cancha tiene una altura de casi 3 mil metros sobre el nivel del mar, según la alcaldía Xochimilco.
Joel Becerril contó que jugadores que en el Deportivo Xochimilco u otras canchas se lucen, “aquí, en el Teoca, juega 20 o 25 minutos, luego se apagan. Dicen que es pesado jugar, que el aire que respiran y eso cuesta trabajo; un equipo de San Bartolo traía un venezolano, lo tuvieron que sacar porque ya no podía respirar por la altura. A nosotros, los del pueblo, no nos afecta gran cosa”.
Las familias del poblado de Santa Cecilia Tepetlapa fueron la semilla de los primeros equipos que fundaron la liga. El entrevistado contó que la escuadra en la que juega, el Tepetlapa, la integraban miembros de la familia Becerril; los Cortes, por ejemplo, abrazaron el equipo Azteca; los Arena tomaron el nombre de Necaxa, y los Berrocal el de Pumas.
Santa Cecilia Tepetlapa es uno de los 14 asentamientos originales de Xochimilco, ahí viven 12 mil capitalinos. En esta zona se produce principalmente maíz, pero hay algo de producción de frutas y ganado.
La antropóloga de la UNAM María de la Luz del Valle Berrocal explica en su investigación "Cosmovisión y Alimentación en Santa Cecilia Tepetlapa" que ahí se cultivaba un gran número de magueyes, por lo que se conocía como un pueblo pulquero. Pero ahora sólo labran ocasionalmente y se observan pocos magueyes para demarcar terrenos o para cortarles las pencas.