El mediano avance en la sustitución de la flota de transporte público concesionado, obligación establecida en el Programa para Mejorar la Calidad del Aire 2011-2020 (ProAire), se debe a que el anterior gobierno abandonó el esfuerzo por sacar de circulación los microbuses y autobuses obsoletos.
Así lo consideró en entrevista con El Sol de México el coordinador de movilidad sustentable de Greenpeace México, Carlos Samayoa, luego de que este diario dio a conocer que la renovación del transporte público y de carga registra un mediano avance de cumplimiento en el ProAire.
“Hubo una falta de ambición, hubo ciertas intenciones (de eliminar a los microbuses) pero no se materializaron y ese fue el problema. La administración pasada suscribió algunos compromisos sobre cambio climático, pero a la hora de la implementación se quedaron cortos, tuvo muchas limitaciones”, dijo.
La renovación de la flota vehicular de transporte de pasajeros de baja, mediana y alta capacidad en dicho programa está rezagada con un avance de apenas 55 por ciento.
Y es que el gobierno anterior prometió desde 2013 sacar de circulación 20 mil microbuses y autobuses obsoletos que en ese entonces circulaban en la Ciudad de México, de los cuales, según cifras de la Secretaría de Movilidad al primer trimestre de 2018, fueron sustituidas nueve mil unidades.
Por ello Carlos Samayoa subrayó que es necesario fortalecer la red de Trolebús del Servicio de Transportes Eléctricos (STE) ya que se trata del transporte público más limpio de la Ciudad de México y tiene experiencia probada. Aunque el gobierno anunció la compra de 100 unidades, consideró que es sólo un paso.
“Administraciones anteriores dejaron a este sistema en el abandono y las consecuencias se ven ahora más claras que nunca. Dentro de todo nos parece positivo el paso inicial de 100 trolebuses, pero no es suficiente para que la red pueda operar en su máxima capacidad”, comentó.
En 1987 la red del Trolebús se componía de 557 kilómetros repartidos en 30 líneas que abarcaban todos los puntos de la capital, dando servicio con mil 115 unidades. El Plan Maestro de Trolebuses indicaba que para 2020 tendría que haber mil 270 kilómetros en 50 líneas y mil 700 unidades.
No obstante, hoy operan solamente ocho líneas que abarcan 203 kilómetros con 258 autobuses, los cuales tienen una antigüedad entre los 20 y 43 años. De hecho la compra de 40 trolebuses que está en proceso es la primera que se hace en el STE en los últimos 20 años.
Luego de lamentar el corto avance en la renovación de la flota de transporte de carga y pública que usa diésel, Samayoa confió en que el anunció que haga el gobierno el próximo lunes sobre acciones para reducir las emisiones en el sector transporte incluya el reforzamiento del Trolebús.
“Esperamos que todas esas medidas que se anuncien vayan acompañadas de una cuantificación de cuál es el potencial de reducción de emisiones y que esa cuantificación vaya en sintonía al cumplimiento de las normas de calidad del aire”.