El Centro de Transferencia Multimodal Sur del Metro Tasqueña fue ayer el escenario, donde se dio el banderazo de salida a la flotilla de 76 nuevos autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), los cuales darán servicio principalmente a las alcaldías del oriente y sur de la Ciudad de México.
Así, se cierra 2019 con la entrada en servicio de esas nuevas unidades, que representan un cambio más en el transporte de la Ciudad de México, que ha visto pasar por sus calles autobuses, como los que se ven en la película Hay lugar para dos, protagonizada por David Silva y quien maneja un vehículo que cubría la ruta Peralvillo- Cozumel, que luego se extendió el servicio hasta la colonia Nápoles.
En esos tiempos y debido al analfabetismo imperante, los pasajeros identificaban los derroteros de los camiones por los colores que estaban a un costado de las unidades. Por ejemplo, los que iban a Santa María de la Ribera, lucían tonos café oscuro y crema; o aquellos que circulaban por Xola, las líneas eran roja y plata.
Las tarifas de los camiones trompudos eran de 30 centavos, los chatos 45 centavos, pero fueron desplazados gradualmente por las llamadas vitrinas, cuyo boleto costaba 50 centavos.
Vinieron después, a principios de los años 60 los delfines , los cuales no llevaban pasajeros de pie, todos cómodamente en asientos acolchonados, por lo que el viaje se cobraba en un peso, porque eran unidades a todo lujo. Significaban la modernidad, la nueva cara de la capital del país que iba de acuerdo con el crecimiento de su población. Las unidades eran de diesel, más económicas y menos contaminantes.
Sin embargo, el uso y la falta de mantenimiento las convirtió con el tiempo en unidades viejas, por lo que en ese mundo de fauna acuática al servicio del transporte público llegaron las ballenas, de amplia capacidad de usuarios, donde sí se podía viajar parado y hacían el servicio principalmente sobre avenida Insurgentes.
En la imaginaria, quedaron los mamuts , unos autobuses de dos pisos y su prototipo fue exhibido en una exposición organizada al final del sexenio echeverrista; los que si dieron servicio fueron los metrobuses, que en nada se parecían a los actuales, porque eran autobuses cuadrados, con asientos individuales y no de tan largas dimensiones.
Eran los tiempos del que se creía sempiterno pulpo camionero, el cual existió hasta 1979, cuando el profesor Carlos Hank González, exregente de la Ciudad de México, expropió los autobuses de pasajeros para que todos quedaran en la Ruta 100, la cual deba servicio sobre Paseo de la Reforma hasta las Lomas de Chapultepec.
De acuerdo con el portal dememoria.com, en los 80 el transporte público concesionado tenía gran demanda lo que lo llevaba a malas prácticas como elevar el costo del transporte, por lo que el presidente José López Portillo decretó la creación de la Ruta 100 y las concesionarias pasaron a ser parte de la Federación.
En su momento, Andrés Lajous Loaeza, titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi), recordó que el servicio de pasajeros en la Ciudad de México, antes de ese año, era dominado por cuatro familias ligadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ayer, continuó esa vida de los transportes en la Ciudad de México con la puesta en marcha de 76 nuevas unidades, con motor Euro VI, que darán servicio a las alcaldías Tláhuac, Iztapalapa, Coyoacán, Álvaro Obregón, Milpa Alta, Xochimilco y la Gustavo A. Madero.
Finalmente, el titular de la Semovi explicó: debido a su longitud y altura, pues en las áreas alteñas las calles son angostas y con diferentes condiciones geográficas que requieren de ambos elementos para circular.