Expendedoras de agua potable aseguraron que fue antes del corte, cuando tuvieron mayor demanda, ya que los capitalinos la acumularon para que no les faltara durante el desabasto.
En un recorrido, se observó que el precio de los garrafones de 20 litros no se incrementó, se cobraba 15 pesos por líquido y si se quería con todo y casco el valor se elevaba a 85 pesos o 90 en algunos casos.
El producto que venden dichos locales es supervisado por laboratorios privados, en uno de ellos se mostraban los resultados ofrecidos por dos laboratorios, uno de ellos Matlab y el otro LACLICSA, en los vidrios del mostrador.
Antes de iniciar el corte, la empresa Aguainmaculada, cuya matriz se ubica en Puebla, puso un despachador automático del líquido en la calle Guillermo Prieto, alcaldía de Tláhuac, en el que el llenado se cobraba a tres pesos por una botella de un litro, medio garrafón cinco pesos y un garrafón completo, de 20 litros, de 10 pesos.
Dicha empresa aseguró que su líquido está purificado con filtro arena sílica, filtro de carbón activado, filtro suavizador, filtro pulidor, lampara de U.V. y desinfección por ozono.
Repartidores de garrafones en triciclos afirmaron que durante el desabasto la demanda de agua fue la normal y el precio, de 15 pesos por botellón de 20 litros se mantuvo, lo cual fue ratificado por vecinos.
Finalmente, en una repartidora de agua se planteó que mientras durará la carencia solamente se venderían dos garrafones por persona, pero los encargados no dieron a conocer la forma en que ubicarían a los clientes que se llevarán más de dos productos.