El grupo de trabajo que solicitó la alerta de género para la Ciudad de México denunció una serie de irregularidades que propiciaron que este mecanismo no fuera activado, al tiempo que urgió a la Secretaria de Gobernación y a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) que revise la situación actual e intervenga para evitar que más mujeres sean agredidas en la capital del país.
En un documento enviado a María Candelaria Ochoa Ávalos, comisionada nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y al cual tuvo acceso El Sol de México , se denuncia que los enviados del consejo obstaculizaron los trabajos para que se pudiera emitir la alerta de género a pesar de que en las mesas se documentaron los motivos por los cuales debería declararse activo este mecanismo.
Relata que el pasado 22 de abril, en un sesión de trabajo, se aprobó por unanimidad el dictamen sobre las acciones desarrolladas por el Gobierno de la Ciudad de México. En el informe previo, dice, se anotaron 20 conclusiones con un total de 72 indicadores, de ellos, el Gobierno de la Ciudad de México sólo cumplió con 22, lo que equivale al 30.5 por ciento.
“Si ese porcentaje se agregan los indicadores en proceso de cumplimiento o parcialmente cumplidos, apenas rebasa la mitad: 55.4 por ciento. Aún sin entrar en una evaluación cuantitativa sobre las acciones realmente emprendidas, esta simple valoración cuantitativa sería suficiente para considerar que no se atendieron cabalmente las recomendaciones del grupo de trabajo y que es necesario declarar la alerta de género”, abunda el texto entregado el 14 de junio a la Conavim.
Por lo anterior, las integrantes de este grupo de trabajo se manifestaron sorprendidas ya que “con una calificación tan baja, se consideró que no hay elementos suficientes para la declaratoria”.
En esa misma sesión, en el documento se registra que tanto el grupo de trabajo y la representante de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitaron la recomendación para activar la alerta de género pero la representante de la Conavim dijo que eso era imposible, además de que tardó 36 días en enviar (el dictamen) a la Comisión.
“Las prácticas dilatorias nos parecen inadmisibles en cualquier caso, pero sobre todo cuando se intenta combatir y erradicar la violencia contra las mujeres”, detallan.
Por último, el Grupo de Trabajo sentenció en este documento que con estas acciones se perderá la oportunidad para que se revisen y se dé el seguimiento puntual a las medidas especificas para garantizar seguridad a las mujeres en la capital del país.