La filtración de combustible que registró la estación E02971, ubicada en la Avenida Fuerza Aérea, entre la terminal Pantitlán y la estación Hangares, obligó a las autoridades a vaciar 17 mil litros de combustible además de realizar pruebas de explosivos en los túneles del Metro.
El Sistema de Transporte Colectivo (STC) informó que personal de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Secretaría Integral de Riesgos de la Ciudad de México atendió la fuga de combustible. Al cierre de esta edición, aún permanecían cerradas tres estaciones de la Línea 5.
La gasolinera con sellos de suspensión de servicio es bajo la razón social Juan Mayo Jurado Revueltas tiene el permiso Pl/1419 exp/es 2015, pero enfrente de ella hay otra también de dicha empresa mexicana, pero está si atiende a clientela.
A menos de 500 metros, muy cerca de la terminal Pantitlán del Metro, hay otra estación de la cadena Repsol, que acaba de ser terminada y un letrero anunciaba que ya estaba abierta, pero ayer estaba precintada y no atendía a nadie.
El Reglamento de Impacto Ambiental y Riesgo del Distrito Federal considera que las estaciones de diésel, gas licuado, gas natural y gasolina son actividades riesgosas y que requieren una autorización en materia de impacto ambiental y riesgo.
El Capítulo VI del ordenamiento, en su artículo 63, estipula que la densidad de estaciones de servicio de gasolina y diésel por delegación, no deberá exceder una por cada dos kilómetros cuadrados de la superficie total de la jurisdicción.
No obstante, el reglamento abre la posibilidad de que haya estaciones de servicio cercanas, siempre y cuando el promovente demuestre con un estudio de mercado que con el nuevo establecimiento se atiende la demanda.
TODO UN CAOS
El caos imperó durante el primer día de suspensión de actividades de las estaciones de la Línea 5 del Metro, Terminal Aérea, Hangares y Pantitlán, ya que los camiones de la Red de Transportes de Pasajeros (RTP) resultaron insuficientes para atender la demanda.
La RTP, como en otras ocasiones, entró al quite y prestó 22 unidades para trasladar a los usuarios del Metro desde la estación Oceanía hacia Terminal Aérea, Hangares y Pantitlán, y viceversa.
Por su parte, personal de la Coordinación de Protección Civil del STC colaboraba con los empleados de dichas dependencias y lleva a cabo trabajos de inspección, a fin de descartar cualquier situación que afecte las instalaciones de ese medio de transporte y ofrecer condiciones de seguridad para que se reestablezca la circulación de trenes en la zona.
Sin embargo, los 22 autobuses prestados por la RTP resultaron notoriamente insuficientes para atender el transporte de los miles de pasajeros afectados por la suspensión, ya que las unidades en sus dos derroteros iban atestadas además de avanzar lento ante el congestionamiento.
A las 13:00 horas, cientos de usuarios hicieron una fila larguísima para poder tomar uno de los camiones y lo mismo ocurrió, aunque en menor medida, en la estación Oceanía de dicha línea.
Fueron muy pocas las personas que iban al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que se atrevieron a subir a los autobuses con sus maletas, prefirieron tomar un taxi o irse en otro camión.
El problema se intensificó en la hora de salida laboral. Alrededor de las 18:00 horas, las filas para los autobuses crecieron, por lo que algunos usuarios prefirieron usar las líneas 1 y 9 para sortear el cierre.