El Órgano Regulador de Transporte capitalino recibe en promedio 53 llamadas diarias de auxilio emitidas por los botones de pánico instalados en los vehículos de transporte público de las diferentes rutas de la Ciudad de México.
Datos obtenidos por El Sol de México, mediante una solicitud de transparencia, indican que hay 12 mil 799 kits y GPS con servicio vigente colocados en las unidades de pasajeros que circulan localmente, las cuales son un total de 18 mil.
Sin embargo, la dependencia precisó que de ese universo de equipos, 35 por ciento (cuatro mil 200 aparatos) está actualmente en mantenimiento, a fin de garantizar su correcto funcionamiento; y que los concesionarios no tienen que pagar por ellos.
Los kits son propiedad del Órgano Regulador de Transporte, el cual contrató a la empresa Axtel SAB para que les dé mantenimiento.
El Sol de México recorrió el paradero del Metro Chapultepec, a fin de verificar si las unidades que hacen base ahí cuentan con botón de pánico y solamente una ruta, la que va de ese sitio a la Prepa 5, aceptó que tiene dicho timbre en sus camiones, el cual está ubicado en el área del conductor.
Los botones de pánico están conectados al GPS del vehículo para enviar una señal de alarma y la posición exacta del vehículo que es asaltado o presenta una emergencia. Esto llega directo a sus bases, mismas que solicitan el auxilio.
Ante la falta de este dispositivo en el transporte público local, congresistas de la Ciudad de México han propuesto que su instalación sea obligatoria en las unidades; uno de ellos fue Jesús Sesma, legislador del Partido Verde Ecologista de México, quien planteó que eso servirá para que las fuerzas de seguridad intervengan oportunamente en caso de registrarse un robo, acoso sexual hacia las mujeres o una emergencia.
José Maravilla, jefe de Servicio de esa línea, agregó que los vehículos también tienen videocámaras de vigilancia y el GPS instalado y que los botones de pánico, por seguridad, no están al alcance de los pasajeros.
En entrevista, aclaró que, además de esos equipos, los choferes tienen la opción de marcar al 911 para reportar cualquier asalto o emergencia registrada en la unidad que conducen.
“Cuando apretamos el botón de pánico, ya sea por un asalto, la policía tarda en llegar de cinco a 20 minutos y no solamente viene una patrulla, llegan un montón”, narró el jefe de Servicios.
Descartó que en esa ruta haya quejas de usuarias por manoseos o tocamientos de otros pasajeros.
Por otro lado, José Luis Pérez, encargado de la base de Autobuses Troncales Lomas, dijo que las unidades no cuentan con botón de pánico, pero lo que sí tienen son cámaras de vigilancia que están en un proceso de renovación, pues no solamente transmitirán y grabarán imagen, sino ahora también sonido.
De esta manera, explicó, los directivos de la ruta podrán ver y escuchar al momento lo qué pasa en las unidades, si el conductor tiene un altercado con algún pasajero o hay un asalto en la misma, a fin de reportarlo inmediatamente a las autoridades para que intervengan.
Los kits nuevos están integrados de tres videocámaras, una de ellas es colocada justo arriba del asiento del conductor, otra capta la imagen del interior del autobús y una más está enfocada hacia el exterior de la unidad.
Los dos despachadores entrevistados comentaron que las unidades de las rutas no están conectadas al C5 y en caso de presentarse una emergencia el chofer busca una patrulla para ser auxiliado.
José Luis Pérez rechazó que haya muchos asaltos en ese derrotero, porque es usado frecuentemente por escoltas, que trabajan en las zonas de las Lomas, Palmas, Paseo de la Reforma y Santa Fe.
A su vez, Sandra Hernández, supervisora de Transportistas Ejército-Polanco, afirmó que las unidades de esa línea tienen videocámaras, mas no botones de pánico, y en caso de presentarse una emergencia abordo los conductores establecen comunicación por radio.
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Asimismo, aclaró que no hay registros de asaltos a las unidades porque la zona por donde circulan, Polanco, es muy segura con tránsito constante de patrullas y en el cruce con Ferrocarril de Cuernavaca está instalado un puesto fijo de vigilancia.
Finalmente, los despachadores entrevistados por este diario afirmaron que por reglamento están obligados a tomar cursos, que imparte la Secretaría de Movilidad (Semovi).