La madera que componía la estructura de la montaña rusa de la Feria de Chapultepec, clausurada en 2019 tras un accidente que dejó dos muertos en el juego conocido como la Quimera, será reciclada para la creación de mobiliario urbano y obras, como pérgolas, terrazas y esculturas.
Durante el Festival de Arquitectura y Ciudad Mextrópoli, que inició el miércoles pasado y estará hasta el 25 de septiembre en la Alameda de la Ciudad de México, fue exhibido el Pabellón Sueños Con Madera y Fibra, el cual fue creado con madera extraída de la Montaña Rusa y que tiene una dimensión aproximada de 20 metros de largo y 15 metros de alto.
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El proyecto de reciclar la madera es impulsado por la empresa Mota Engil, quien la donó al Gobierno de la Ciudad de México a través de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y quen está a cargo de la creación del Parque Aztlán, el cual sustituirá a la Feria de Chapultepec y abrirá sus puertas a finales de 2023.
“La Ciudad de México, junto con Mota Engil, quieren reciclar y dar a otros arquitectos y diseñadores para usarlas en sus obras, para hacer otras cosas”, mencionó en entrevista Marisa Morán Jahn, artista Colaboradora del Pabellón Sueños Con Madera y Fibra.
La madera será usada para crear mobiliario urbano, como bancas, pérgolas, veredas, terrazas, esculturas, elementos de decoración y fachadas de la ciudad, de acuerdo con Mota Engil; sin embargo, también podría haber artefactos no convencionales.
“La idea es no ser tan específicos en darles un nombre a estos artefactos, como por ejemplo: banca. Pueden ser objetos que no necesariamente ya los conozcamos, pueden ser muchísimas otras cosas. La madera tiene la oportunidad de transformarla, como la imaginación de lo que puede estar en el espacio público”, indicó Rafi Segal, director de Massachusetts Institute of Technology (MIT) Future Urban Collectives.
Mota Engil dio inició las obras del Parque Aztlán en julio 2021, con una inversión de tres mil 639 millones de pesos, y realizó el desmonte de la montaña rusa y la extracción de la madera en abril pasado, la cual compone 50 por ciento de la estructura del juego mecánico.
El Gobierno de la Ciudad de México estableció que el proyecto contará con el área de juegos mecánicos y el Museo Dolores Olmedo, y generará seis mil 160 empleos totales. La conclusión de los trabajos está prevista que sea para finales del próximo año.
SENTIDO DE APROPIACIÓN
De acuerdo con Marisa Morán Jahn, uno de los aspectos que llevó a reutilizar la madera fue el sentido de la apropiación y de recuerdos que tienen los mexicanos hacia la montaña rusa. Y recordó el momento en que una oficial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) abrazó una de las columnas del pabellón al enterarse que era madera del juego mecánico de Chapultepec.
“Los millones que han visto, que sueñan con la montaña rusa, que oigan la montaña. Había una policía aquí y le expliqué el proyecto, y cuando escuchó que era la madera de la montaña rusa, ella abrazó la columna”, contó.
La construcción de este juego mecánico fue en el año de 1964, en una época en donde también hubo movimientos estudiantiles importantes, por lo que los expertos en arquitectura coinciden que este tipo de recuerdos “no pertenecen a una institución privada, sino a los ciudadanos”.
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“Primero es para mantener esas memorias vivas, la memoria de la montaña rusa, y todas esas experiencias que se vivieron ahí y en la Feria de Chapultepec, para mantenerlas vivas. Y en segunda es para tener un componente de apropiación social, de intercambio social y cívico, no sólo con ciudadanos, sino con otras empresas, sociedad civil y Gobierno de la Ciudad de México”, señaló Rafi Segal.
De acuerdo con información de Mota Engil, a la fecha han generado 21 toneladas de residuos por las obras del Parque Aztlán, el cual incluye residuos de estructuras, no sólo de madera.