En sus 30 años de participar en la representación de la Pasión de Cristo de Iztapalapa, Alfonso Reyes Ramírez encarnó a varios personajes de villanos como Judas, Caifás y Herodes, pero ahora enfrenta un verdadero reto, el papel de Pilatos, el pretor romano quien se lava las manos de la sangre de Jesús.
Durante una entrevista, ya caracterizado como el representante del César en Jerusalén, contó que desde niño le gustaba la dramatización del Viacrucis, que es una tradición y herencia de sus antepasados. Informó que para la escenificación se usan dos trajes, se viaja en carreta, se paga por el alquiler de los caballos, por lo que la inversión en el personaje es de 15 mil pesos.
Alfonso tiene una larga trayectoria pues por mucho tiempo se desempeñó como Nazareno, centurión romano, capitán y luego llegaron los papeles antagónicos hasta que decidió tomarse un descanso de cinco años, de 2014 a 2019.
Llegó el momento de regresar y le encomendaron representar a Poncio Pilatos, que lo iba a desempeñar otro compañero quien por cuestiones de trabajo ya no pudo, y a finales de enero le avisaron que se iba hacer cargo.
Informó que se puso a ensayar en febrero, prácticamente tuvo un mes para aprenderse los diálogos, que son 12 hojas, y otro mes de actuación, de machetearle, porque en la representación los participante no usan “chícharo”, todo es de memoria.
Además, el personaje tiene que montar a caballo y andar en carreta, lo cual requiere también de destreza y ensayos, y es más difícil cuando se tienen cinco años sin participar.
Alfonso Reyes informó que es comerciante y taxista, medio año se dedica al negocio y los otros seis meses ruletea, ese es el pretor romano de Iztapalapa.
Para él, esa figura de la historia es como el presidente de ahora, que dice varias cosas y a veces tiene que actuar de una forma. “Poncio Pilatos no quería crucificar a Jesús, pero el pueblo presionó y presionó y al último se lava las manos…Era el presidente, la máxima autoridad, pero fue presionado y ya no pudo hacer nada”.
Se le preguntó ¿Usted cómo lo calificaría, fue un cobarde o de verdad no tenía otra salida? y respondió: Pues su mujer ahí se lo dice, que faltó a su palabra. Era algo que ya estaba escrito, le da su anillo a su esposa y ella se lo devolvió, pues faltó a su palabra. ¿Cómo quedaría un cobarde frente a su mujer? no cumplió, pero eso fue en la historia y así fue.
Cuestionado sobre si el pretor romano avaló el linchamiento del Mesías, Poncio Pilatos se defendió y afirmó “yo leyendo digo que el que dio la sentencia fue Herodes y la dictaminó Pilatos, pero Herodes dijo pónganle una ropa blanca y llévenlo por las calles. Fueron los dos”.
A pesar de tener 30 años de participar en la Pasión, reconoce que le ha costado trabajo volver a la misma, pero con la ayuda de Dios y de su esposa, le echa ganas para hacer un buen personaje.
Aceptó que pagó mandas religiosas cuando fue Nazareno, pero ahora lo hace por sus tradiciones . "De niño me gustaba todo esto y me da gusto, porque estoy haciendo los papeles que yo veía”.
Precisó que no se siente artista, pero los participantes terminan por aprender de quienes han desempeñado los personajes, se lleva la escuela de ellos y recalcó: No somos actores, pero vamos viendo cómo lo han hecho otros y es cómo lo hacemos nosotros.