Tras los recientes asesinatos de Yesenia Mollinedo y Johana García, en Veracruz, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, comentó que a diferencia de pasadas administraciones, ahora el homicidio de periodistas en nuestro país no está vinculado a cuestiones del Estado y se debe a otras razones.
La mandataria capitalina reconoció que es labor del gobierno proteger a los comunicadores, así como garantizar la libertad de expresión.
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“Y mencionar que es importante porque las lamentables agresiones que ha habido, homicidios en contra de periodistas, a diferencia de antes donde el Estado estaba involucrado, hoy tiene que ver con otro tipo de crímenes, pero la obligación del gobierno siempre es proteger y proteger la libertad de expresión, entonces siempre nuestra solidaridad con reporteros, reporteros, periodistas que están haciendo su labor”, comentó.
En lo que va del año, han asesinado a 11 periodistas, Yesenia Mollinedo y Johana García son las últimas dos comunicadoras en esta lista. Previamente fueron José Luis Gamboa, Margarito Martínez, Lourdes Maldonado, Roberto Toledo, Heber López, Jorge Camero, Juan Carlos Muñiz, Armando Linares y Luis Enrique Ramírez.
La muerte acechaba a las periodistas Johana y Yessenia en Veracruz
Las periodistas Yessenia Mollinedo Falconi, directora del portal El Veraz, y Sheila Johana García Olivera murieron en un hospital tras ser atacadas a balazos en la colonia Cerro Alto entre los límites de Cosoleacaque y Minatitlán, Veracruz.
Yesenia Mollinedo Falconi recibió una llamada e inmediatamente le habló a su madre como si estuviera sentenciando lo que le esperaba. Antes de ser asesinada, confesó a su madre que sentía miedo; que había recibido amenazas por teléfono y personas sospechosas comenzaban a memorizar sus rutas de trabajo.
Era la primera vez que se comportaba así. “Tuve ocho hermanos y puedo decirte que siete son miedosos, menos Yesenia. Si ella tenía sospechas de ti, te paraba y te enfrentaba, pero anduvo rara los últimos días”, dice Ramiro Mollinedo, hermano de la fundadora del periódico Veraz, acribillada el pasado 9 de mayo junto a su camarógrafa, Sheila Johana García Olivera.
Antecedentes de persecución y extorsión
Los asesinatos de Yesenia y Johana, de 45 y 33 años, se unen a las cifras de reporteros y comunicadores lacerados en Veracruz. Suman 11 a nivel nacional y tres en Veracruz, durante 2022, según cifras de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP).
A Yesenia le preocupaban estas cifras. Desde hace algunos meses se convirtió en carnada de sujetos desconocidos que la atacaban y perseguían mientras realizaba su trabajo como reportera.
En el 2016, cuando Yesenia se dedicaba a la compra y venta de pet y fierros, sujetos desconocidos la abordaron, la golpearon y la dejaron botada en el lugar.
“Le perdonaron la vida, pero le salía pus del seno. Por eso la iban a operar, se estaba tratando”, apuntó su hermano.
Luego de ese evento, a sus familiares los secuestraron y extorsionaron; decidieron desplazarse a ciudades y estados colindantes. Yesenia decidió quedarse en Cosoleacaque con su madre, quien la acompañó hasta el último momento. Esa decisión le costó la vida, aseguró su hermano.
El pasado 30 de abril, la reportera fue correteada y perseguida, mientras salía de un evento del presidente municipal en el parque Ordaz, en el que festejaron el Día del Niño. Yesenia logró escapar y se refugió con su familia.
Para el ocho de mayo, dos hombres la siguieron muy de cerca a bordo de motocicletas y luego en un carro. “Eran municipales”, atinó a decir su hermano.
Un día después fue asesinada.
Johana, carrera fugaz en el periodismo
Sheila Johana García Olivera fue encontrada junto con Yesenia, en el mismo automóvil, de su mano colgaba una credencial que la acreditaba como camarógrafa de del medio, El Veraz.
Johana era madre de tres hijos menores de edad, seis, 11 y 15 años, comenzó su carrera en los medios hace aproximadamente seis meses, según familiares.
La mujer se mostraba emocionada por salir diariamente a grabar los hechos diarios de la zona. Su cuerpo es velado desde el martes 10 de mayo en su casa, ubicada en la colonia Gravera, a casi media hora de donde fue asesinada.
Su padre y familiares no pudieron aguantar las lagrimas al ver llegar su cuerpo. El ambiente caliente de Minatitlán, abona al ajetreo familiar. La mujer se encontraba alejada de sus familiares, pero se mantenían informados sobre su vida.
Su cuerpo será enterrado mañana miércoles 11 de mayo, casi al mismo tiempo que Yesenia.
Desde hace 17 años, se tiene un registro de 31 periodistas asesinados y siete desaparecidos, por lo que periodistas piden parar con la criminalización y victimización del gremio.
Nota publicada en La Prensa