El crecimiento continuo del parque vehicular en la Ciudad de México alcanzará en 2026 siete millones 230 mil unidades, lo que equivaldrá casi al mismo número de capitalinos en edad de manejar un vehículo: siete millones 115 mil personas.
Roxana Lira Hernández, investigadora del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentó su estudio La Odisea Vehicular en la Ciudad de México durante el Tercer Congreso Internacional de Estudios Sobre la Ciudad, organizado por la universidad.
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El objetivo de su investigación fue la construcción de un modelo predictivo del incremento vehicular local respecto a las personas que están en posibilidad de manejar, el cual elaboró con información obtenida del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y con datos fiscales del Gobierno de la Ciudad de México y federales.
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Durante su ponencia recordó que la Ley de Movilidad de la Ciudad de México autoriza permisos para manejar a personas a partir de los 16 años y expide licencias para los capitalinos que tienen desde 18 años hasta 80 años. Ese es el sector poblacional que Lira Hernández tomó como referencia.
“Lo que busco es plantear en qué momento los autos van a igualar a la población que puede manejar, lo que el modelo que he diseñado predice es que en 2026 justamente va pasar eso, va a haber un incremento de los automóviles mayor a la población que puede manejar un automóvil, para 2026 habrá mil automóviles por cada mil habitantes que puedan manejar uno”, expresó Lira Hernández.
Los datos del INEGI indican que el número actual de vehículos que circulan en la capital del país es de seis millones 200 mil.
La investigadora comentó que a las personas culturalmente les enseñaron que tener un automóvil es un beneficio social. “Pero actualmente ya no tenemos beneficio físico ni beneficio social del uso del automóvil”, por lo que llamó a reflexionar sobre el tema, por ejemplo, si facilita el traslado de origen destino para acceder a bienes y servicios o genera más problemas de los que soluciona.
También habló sobre que la Ciudad de México carece de una planeación urbana, por lo que su recomendación es proyectar un desarrollo orientado a priorizar el uso del transporte público ante los efectos negativos del uso del automóvil.
La especialista reconoció que el cambio de automóviles que usan gasolina a los movidos por electricidad es una solución ambiental, pero seguirá en circulación el mismo número de vehículos.
También llamó la atención sobre el crecimiento del parque vehicular de Morelos que circula en la Ciudad de México, lo cual se debe a que esa entidad tiene un modelo de tributación fijo para los vehículos, de 758 pesos anuales, por lo que los automovilistas prefieren emplacar ahí y no en la Ciudad de México. Opinó que eso si bien no es ilegal, sí es inmoral. “Porque estoy usando la infraestructura de la Ciudad de México, pero estoy dejando mis impuestos en Morelos y donde se necesitan esos impuestos es aquí, en la Ciudad de México”.
Dio a conocer que, de 2021 a 2022, esa entidad vio un incremento en su parque vehicular de 75 mil unidades, mientras que en la capital fue de 65 mil, lo cual significa que los automovilistas buscan la facilidad de no pagar la tributación correspondiente al uso de automóviles.
Ante esto, aconsejó la investigadora, hay que concientizar a la población para que no lo vean como una imposición fiscal, sino que lo tomen en calidad de una contribución, para que reciban bienes y servicios a cambio y diseñar infraestructura en beneficio a todos los modelos de movilidad existentes.
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La Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México reportó en su informe del primer semestre de 2023 que la recaudación del Impuesto sobre Tenencia o Uso de Vehículos fue de tres mil 889 millones de pesos, lo que implicó una recaudación de 323 millones de pesos mayor a lo obtenido en el mismo periodo de 2022.
Finalmente, la ponente recordó que el año pasado la Ley de Movilidad cambio para estipular que el emplacamiento de autos en la ciudad de las unidades compradas aquí, “pero el mexicano siempre encuentra la laguna para beneficiarse y lo que muchos han hecho es ir a comprar automóviles a otro lugar y emplacarlos allá”, concluyó.
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