Un posible desalojo orbita en la vida de los inquilinos del edificio Trevi, ubicado en Colón 1 y Doctor Mora, en el lado poniente de la Alameda Central. La empresa Inmobiliaria Interactiva, conocida por su nombre comercial como Público Coworking, compró el inmueble para convertirlo en hotel boutique y oficinas compartidas.
Con esto se vulnera no sólo el derecho a la vivienda de los habitantes de los 30 departamentos, también la historia de lugares emblemáticos como el Café Trevi, fundado hace más de 50 años por un inmigrante italiano que huyó de la Segunda Guerra Mundial y que convirtió este espacio en un referente cultural y político de la capital.
El edificio –que tiene valor artístico- fue vendido por los dueños a Inmobiliaria Interactiva sin haber dado preferencia a los inquilinos de comprar los departamentos que han habitado por años y que les genera derechos adquiridos. Por ello los habitantes de 13 departamentos emprendieron un recurso legal.
La compra del inmueble se dio a través de un Fideicomiso de Banca Mifel identificado con el número 2476/2017 y dentro del cual hay otro fideicomiso como beneficiario, el 2475/2017. “Los fideicomisos son estructuras jurídicas que impiden qué personas o empresas” están detrás de las operaciones, acusaron los vecinos Carlos Acuña y Daniel Gutiérrez.
En conferencia de prensa desde el edificio Trevi, vecinos como Carlos Acuña y Daniel Gutiérrez explicaron que por interponer los recursos legales para poder comprar los departamentos que aún habitan, Banca Mifel respondió con juicios en contra de los inquilinos, de los cuales a la fecha hay nueve abiertos y en proceso.
“Se nos acusa principalmente de no pagar nuestro alquiler, aunque todos nuestros pagos están debidamente consignados. Las demandas han sido absurdas: dos han sido ya atraídas por conexidad a nuestro juicio principal y en otra más el juez ya dictó a nuestro favor. Las demás demandas aún se encuentran en proceso”, indicaron.
A esto se sumó otra respuesta de Público Coworking y Banca Mifel, pues promovieron un incidente que impugna las firmas de los inquilinos en su demanda colectiva principal. “Nuestras firmas, dicen, no son nuestras. El juzgado se ha negado a que ratifiquemos nuestras propias firmas como verdaderas y será un peritaje” el que lo haga, contaron.
Para los vecinos es irónico que en 2018, durante la campaña electoral la actual jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, haya firmado frente a l edificio Trevi un acuerdo con el Movimiento Urbano Popular para promover y defender el derecho a la vivienda y hoy estén a punto de ser lanzados de los departamentos que han ocupado por años.