Falta de separaciones o bolardos y mantenimiento, así como la invasión de vehículos en los carriles confinados para las ciclovías son comunes en las avenidas Eduardo Molina, Paseo de la Reforma y la calle 5 de Mayo, lo que ocasiona que ciclistas salgan de ruta y pongan en riesgo su vida.
De acuerdo con el Reporte Trimestral de Hechos de Tránsito de la Semovi, durante el primer semestre de este año, un total de 12 ciclistas murieron en hechos de tránsito en calles de la capital.
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En un viaje de 8.2 kilómetros realizado por este diario a través de las ciclovías de Eduardo Molina al Zócalo del Centro Histórico, en alrededor de 45 minutos, el conductor del recorrido salió del carril confinado en al menos 15 ocasiones por la invasión de autos, camiones que levantan pasaje, bicitaxis y hasta sitios de taxis que operan en esos tramos.
Desde el inicio del trayecto están los primeros obstáculos, como un camión escolar aparcado frente a la estación de la Preparatoria Número Tres, que ocasionó que el ciclista saliera de la vía con el riesgo de vehículos que pasan a más de 60 kilómetros por hora a sólo escasos 15 centímetros.
Lo mismo se repite más adelante, pero con un riesgo mayor, pues de San Juan de Aragón a Pelícano la ciclovía desapareció por completo, la pintura ya no se veía debido a los trabajos de construcción de la mega obra del Parque Tepeyac, que aunque ya concluyó las obras en ese tramo, la ciclovía no volvió a ser confinada.
La institución encargada de instalarlas y darles mantenimiento es la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) de la Ciudad de México; pero, la coordinación con empresas privadas ocasiona que las vías ciclistas desmanteladas no sean reinstaladas tras concluir los trabajos. Es el ejemplo en Paseo de la Reforma, a la altura de la calle de Magnolia, una cuadra antes de las oficinas de la Fiscalía General de la República (FGR).
Ahí la vía confinada para bicicletas también desapareció luego de las obras de rehabilitación del piso y jardineras de ese cuadrante hasta Garibaldi, a pesar de la gran afluencia en la vía, pues oficinistas, repartidores de comida y hasta turistas montados en Ecobici recorren la principal avenida de la Ciudad de México.
Aunque es un tramo corto el que no cuenta con confinamiento en Paseo de la Reforma, el riesgo de tener un auto cerca provoca que el ciclista voltee varias veces, lo que hace más difícil el manejo de la bicicleta y control de frenado, en especial para quienes van con menores de edad en el asiento trasero.
Ese tramo conecta con la calle Juárez, que va directamente a Eje Central Lázaro Cárdenas, a la altura de la calle 5 de Mayo, la Secretaría de Obras y Servicios instaló la ciclovía de 700 metros, pero a menos de un año de la inauguración ya cuenta sólo con ocho bolardos en toda su extensión.
En esta zona nuestro conductor salió del carril de las bicicletas en al menos seis ocasiones debido a que vehículos, camionetas de carga y hasta bicitaxis se estacionaron en la vía, ya que no está confinada, pues los choferes de vehículos motorizados esperaban la llegada de un pasaje o acompañante, descargar mercancía o un lugar en el estacionamiento ubicado en 5 de Mayo.
Esto ocasiona que una vez más el ciclista saliera de la vía confinada y manejara al lado de vehículos, cuyos choferes enojados por el hecho de "invadir su carril" vociferaban reclamos y una que otra mala palabra; algunos acercaron el auto a tal grado que hace que la bicicleta pare por completo en algunos tramos para no perder el equilibrio y caer.
El abandono de la ciclovía instalada en la calle 5 de Mayo ha sido tal, que en la última cuadra, frente al Zócalo capitalino, un sitio de taxis opera sin importar invadir el espacio. "¿Busca taxi? Taxi, taxi, ¿a dónde va?", gritaban los conductores mientras esperaban recargados en sus vehículos; en tanto, los ciclistas esquivaban autos y uno que otro peatón que no respetaba el color de los semáforos.
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Además, estas dos últimas ciclovías, Paseo de la Reforma y 5 de Mayo, son usadas por familias durante el Paseo Dominical, debido a que conectan directamente con el Zócalo capitalino, por lo que van acompañados de sus hijos que transitan en bicicletas más pequeñas o en asientos montados en la parte trasera de la bici.
El Sol de México cuestionó a la Secretaría de Movilidad sobre la situación de estas ciclovías de 5 de Mayo, Eduardo Molina y el tramo de Paseo de la Reforma, y contestó que "está por colocar los bolardos en los próximos días".