Las tiendas departamentales y las plazas comerciales abrieron este miércoles en medio de estrictas medidas sanitarias, sin embargo, en algunos lugares la "susana distancia" no estuvo del todo presente.
El gobierno de la Ciudad de México, ante la gran afluencia que tuvo el Centro Histórico la semana pasada, pasó del lunes 6 al miércoles 8 de julio la reapertura de plazas comerciales para evitar aglomeraciones pero en algunos lugares la gente estuvo más cerca de lo estipulado.
Largas filas y sin distancia
Plaza Delta fue de los centros comerciales donde más afluencia de gente hubo hasta el punto de "olvidarse" de la sana distancia en medio de las largas filas que se hicieron para poder entrar a las tiendas.
Asimismo, las filas de los empleados que tuvieron que esperar para iniciar su jornada, fueron largas y con poca distancia.
Antara Polanco también contó con largas filas de espera, sin embargo, el uso de cubrebocas, caretas, gel antibacterial, tapetes sanitizantes y medidores de temperatura, estuvieron presentes.
En el caso de ambos lugares, los descuentos que estuvieron promocionando las tiendas, resultó efecto, pues se logró observar a varias personas que en negocios como Zara y Pull and Bear, las personas aprovecharon los descuentos que ofrecían desde el 30 hasta el 50% de descuentos en sus productos.
El otro lado de la moneda
Por otro lado, hubo centros comerciales como Plaza Galerías y Plaza Tepeyac, donde la afluencia de gente fue poca y casi no hubo clientela.
De acuerdo con el recorrido que realizó El Sol de México por estos lugares, no hubo filas para ingresar, pero sí muchas medidas sanitarias para evitar contagios de Covid-19.
Para ingresar a los complejos, todos debían portar obligatoriamente el cubrebocas y pasar por la lectura de temperatura, el tapete sanitizante y el gel antibacterial.
En las tiendas no había música, no había locutor que invitara a conocer las ofertas del momento, tampoco estaba en servicio el probador de ropa, lo que hace la estancia más corta; en media hora se recorren los escaparates y se adquiere el producto escogido.
Además, hubo áreas restringidas como las zonas de juegos infantiles, los cuales estaban acordonados para impedir el paso de los compradores.
Entusiastas por reapertura
En Reforma 222, los jóvenes predominaron y fueron los más entusiastas por la reapertura.
Roxana y Sara acababan de ir a solicitar trabajo en algún corporativo ubicado en esa zona y se dieron cuenta de que reabrieron el complejo, por lo que decidieron entrar.
Al preguntarles qué es lo que más extrañaban de esas tiendas, Roxana, de 24 años, respondió: “Salir a la calle, caminar por las plazas, pasear con el novio o los amigos en estas plazas, ya estaba cansada de la televisión y de ver películas y series”.
Qué te parecen todas estas medidas de sanidad, se le preguntó y dijo: “Es depende de cómo lo vea cada persona, porque si es por el bien de cada uno de nosotros está bien, a mí no me importa que me pidan que use cubrebocas y que me ponga gel en las manos, yo sé que es por mi bien”.
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