ENAH lucha por rehabilitar iglesias en la capital

Diversos factores como leyes, sismos y falta de recursos no han permitido arreglarlas por lo caro que resulta

Manuel Cosme | El Sol de México

  · domingo 24 de noviembre de 2019

La cúpula del templo de Nuestra Señora de Los Ángeles se vio destruida con el sismo de 2017 / Archivo | El Sol de México

Leyes, terremotos y falta de recursos suficientes han provocado la pérdida de la traza espiritual en la Ciudad de México, debido a que las iglesias coloniales afectadas estructuralmente no han podido ser rehabilitadas, consideró Berenise Bravo Rubio, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

Después de presentar la ponencia El surgimiento de las parroquias en la Nueva España, afirmó en entrevista con El Sol de México que el templo de Santo Domingo presenta daños en el piso y que el sismo de 2017 afectó seriamente las iglesias de Santa Veracruz y la de Nuestra Señora de Los Ángeles, todas ubicadas en el primer cuadro de la ciudad.

La catedrática reconoció que la iglesia de Santa Veracruz está en reparación, pero hay otros templos que no han podido ser restaurados por falta de presupuesto o tienen poca feligresía y los párrocos no acceden a mayores recursos para rescatarlos.

Explicó que ese es un esfuerzo que tienen que dar el gobierno Federal, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), o las propias parroquias y coordinar estos trabajos representa todo un reto, “no es que no se haga”.

Afirmó ser testigo de muchas reuniones que han efectuado para restaurarlas, pero a veces no se logra por muchísimas cosas, como la falta de dinero, o se carece de restauradores y todo eso lo hace complicado.

“No quiero echarle la culpa ni a la gente ni a los curas ni a las dependencias, creo que a veces el trabajo…hay buena voluntad, pero es muy costosa la restauración. Entonces, a veces eso hace imposible intervenir rápido un inmueble. De que hay voluntad, hay voluntad, la hay, lo que pasa es que a veces es complicado”, ratificó Bravo Rubio.

Rechazó señalar un porcentaje de cuántos edificios de la traza religiosa se han perdido en la Ciudad de México desde tiempos coloniales, pero muchos de ellos fueron empleados para otra cosa, por la aplicación de la Ley de Bienes Nacionales.

Además, llamó a considerar que esta pérdida de la infraestructura religiosa va de la mano de acontecimientos políticos, en otras ocasiones son derrumbados o se les destina a otra cosa.

La especialista mencionó que este arrasamiento inició con la expulsión de los Jesuitas, cuando, en 1767, a sus conventos, templos, casas y colegios se les dio un uso religioso y no religioso; luego vino la aplicación de la Ley de Desamortización de los Bienes Eclesiásticos, en 1847; y la de Nacionalización de Bienes, en 1859.

En el siglo XX está la instrumentación de ordenamientos similares, la Guerra Cristera “y eso ha hecho que nuestros edificios si no se caen, son usados para otra cosa” y hay exconventos que ahora son bibliotecas como la de la Cámara de Diputados, donde estaba el convento de Santa Clara.

CONTRA SAQUEO

En cuanto al robo de arte sacro en la Ciudad de México, mencionó que recientemente de la iglesia de Los Santos Apóstoles, ubicada en Azcapotzalco, fue hurtada una pintura de la Santísima Trinidad y unas piezas religiosas.

Ante esto, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), las dependencias encargadas de ese tipo de obras y el INAH trabajan en levantar inventarios, a fin de hacer un respaldo legal en caso de que se pierda una obra.

“Creo que han disminuido con respecto a otros años, cuando no se sabía nada de lo que había en las parroquias y ahora, gracias a estos inventarios que se han hecho en colaboración con Sitios y Monumentos Arqueológicos del INAH, la CEM y las diferentes diócesis se ha logrado más o menos que esto no sea más grave de lo que en un momento fue, porque era recurrente saber que se habían extraído piezas de las parroquias”, concluyó.