A partir de siete ejes de transformación, el Plan General de Desarrollo (PGD) de la Ciudad de México 2020-2040 tiene, entre otros fines, erradicar la pobreza extrema, reducir desigualdades sociales y territoriales, tener cohesión e inclusión, el cierre de las brechas de género, luchar contra la discriminación y el cumplimiento efectivo de los derechos humanos.
Este documento, que mandata la Constitución de la Ciudad de México su aparición para el 1 de octubre de 2020, consta de 236 páginas y plantea fortalecer el sistema democrático, participativo y de libertades.
▶️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias
Los ejes transformadores que plantea son: una ciudad igualitaria y de derechos, educadora y de bienestar; en segundo lugar que sea próspera y dinámica; como tercer punto se propone sustentable, sana y resilente; el cuarto eje se refiere al equilibrio y ordenamiento territorial.
Asimismo, que tenga paz y justicia; innovadora basada en el conocimiento; y tener un gobierno honesto, cercano y de buena administración.
Un propósito es que el PGD local sea evaluado periódicamente para asegurar el cumplimiento de sus metas y objetivos.
La propuesta es articular políticas de largo alcance en los temas más relevantes para alcanzar una mayor resilencia social, económica, ambiental y territorial, por lo que tiene una visión de amplio plazo, generacional y como referente de las aspiraciones colectivas para los próximos 20 años.
“El modelo de ciudad está caracterizado por la sustentabilidad, el ordenamiento territorial, la innovación, el transporte público eficiente, seguro y limpio, el impulso a las actividades físicas, creativas y la cultura, la atención especial a los territorios de mayor rezago, la ampliación de las áreas verdes y los espacios públicos, la prevención y gestión integral de riesgos, con paz, justicia y seguridad ciudadanas, con prevención de la violencia y conductas delictivas para combatir, sobre todo, la violencia contra las mujeres y el feminicidio”, se expresa en el PGD.
Del Covid-19, consideró que pone a prueba la respuesta ante la emergencia, devela desigualdades, y rezagos y otras facetas de la vulnerabilidad de la capital, ya que es una crisis múltiple cuya prioridad es proteger la salud, favorecer una recuperación que ponga en el centro el cuidado de la vida, la igualdad, y la búsqueda permanente de una urbe orientada al bienestar.
En materia económica, el documento plantea una transformación de fondo en la estructura productiva capitalina, fortalecer la economía local para la construcción de una ciudad policéntrica con espacios de desarrollo económico distribuidos equilibradamente en el territorio.
Por lo que toca a la economía local y sustentable, apuesta por promover e incentivar a las pequeñas y medianas empresas y los negocios familiares.