Con cuestionamientos sobre los trabajos de restauración, las esculturas de las Tres Virtudes Teologales, “Fe”, “Esperanza”, “Caridad”, obras del arquitecto Manuel Tolsá (1757-1816) han sido recolocadas en la cúspide de la Catedral metropolitana de la Ciudad de México, luego de haber sido retiradas en 2017, como consecuencia de los daños causados en el inmueble por los sismos.
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La polémica comenzó después de que en redes sociales, restauradores denunciaran notables cambios en los rasgos del rostro de la “Esperanza”, los cuales no corresponderían a su estética original. Esta pieza fue la más afectada de las tres que fueron retiradas, ya que durante el sismo del 19 de septiembre de 2017 cayó al suelo, partiéndose en tres grandes bloques y perdiéndose así la cabeza casi en su totalidad.
Trabajo bajo normas internacionales
“La apreciación de algunos supuestos especialistas, que dicen que (la intervención) es grotesca y no sigue el estilo de Tolsá, puede ser muy respetable, porque el gusto de la persona no le parece, pero hay muchas personas que van a estar muy felices, entre ellos Tolsá habría estado muy feliz de ver nuevamente su conjunto escultórico coronando la Catedral”, expresó Arturo Balandrano, director de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura, momentos previos a la ceremonia de develación de estas esculturas.
Tras afirmar que se hizo un trabajo “muy respetuoso y bajo las normas internacionales de restauración”, el funcionario explicó que la conservación de las tres esculturas fue realizado por una empresa especializada, contratada por licitación, cuyo diseño de trabajo fue efectuado por la restauradora Marina Raquel Straulino Muñoz, quien a su vez contrató al cantero Esteban Reyes, encargado del tallado de la nueva cabeza.
“Hicimos un trabajo muy cuidadoso y respetuoso, bajo las normas internacionales de restauración para poder restituir la cabeza de la “Esperanza”. Buscamos el banco de cantera Chiluca que nos diera la tonalidad y cortamos la pieza; contratamos a uno de los mejores canteros talladores que tenemos; y dotamos al equipo de restauración de toda la información gráfica con que contábamos”, señaló Balandrano, quien mencionó que existen fotografías históricas de la pieza, así como un levantamiento milimétrico en tercera dimensión, de la fachada de la Catedral, realizada a partir de un escaneo láser.
No es una restauración
“Por los criterios de restauración había de dos, si dejábamos descabezada (la escultura) o hacíamos una nueva. Esta no es una restauración de la cabeza, porque quedó muy poquito, lo que se hizo fue una restitución. Hay criterios, por lo que no podemos hacer una falsificación, porque no somos Tolsá. Con un fragmento que conservamos obtuvimos los elementos para poder hacer la restitución, no usamos ninguna imagen extra”, aseguró Mariana Raquel Straulino, quien especificó que el resultado de la escultura fue aceptado por autoridades de la Secretaría de Cultura Federal, el Gobierno de la Ciudad de México y de la Catedral Metropolitana.
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De la intervención en las esculturas de “Fe” y “Caridad”, la restauradora explicó que, a pesar de que también sufrieron daños por los sismos de 2017, en ellas sólo se realizaron labores de limpieza, resanado y la colocación de una capa protectora. También señaló que para evitar que alguna de las tres piezas, de más de 2 toneladas de peso, vuelva a caer por algún movimiento telúrico se les han instalado al interior pernos de acero inoxidable, de 70 centímetros que las mantendrán fijas a sus bases.
Durante la ceremonia de develación en la que estuvieron presentes autoridades de las instituciones involucradas, la secretaria de Cultura Alejandra Frausto Guerrero señaló que el gobierno ha invertido alrededor de 89 millones de pesos en la restauración general de la Catedral. Por su parte, Arturo Balandrano especificó que las intervenciones en las tres esculturas recolocadas asciende a más de cinco millones de pesos, de los cuales aproximadamente tres millones se destinaron a la “Esperanza”.