Sin incrementar los recursos del programa Alto al Fuego, éstos fueron distribuidos el año pasado entre beneficiarios de tres alcaldías, mientras que en 2022 sólo dos demarcaciones eran parte de la entrega.
En 2023, el gobierno capitalino sumó a ciudadanos que residen en Iztapalapa como público objetivo del proyecto que un año antes ya consideraba a habitantes de Álvaro Obregón y Gustavo A. Madero.
En ambos años, Alto al Fuego contó con un millón de pesos, los cuales fueron otorgados a 204 personas, en 2022, y a 224, durante 2023, según una evaluación interna del programa, el cual da un estímulo económico por participar en talleres para el desarrollo de habilidades psicosociales, como identificar emociones, a fin de prevenir el delito.
224 personas fueron beneficiadas el año pasado con el programa Alto al Fuego en Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero e Iztapalapa
El padrón del programa apoya a personas, principalmente jóvenes, en riesgo de ejercer alguna conducta delictiva, que fueron víctimas directas de lesiones o víctimas indirectas de homicidio.
“Para aquellos que no estén cursando talleres, pero se encuentren enfrentando una situación de dificultad derivada de alguna situación de violencia armada, se les podrá proporcionar un apoyo económico para atender necesidades de salud o alimentos”, refiere la normativa.
A los participantes de los cinco talleres que conforman el programa (Sanar, Fénix, Mentoría, Curarte, Sociedad de Niños) se les entregan entre 2 mil y mil 500 pesos durante cuatro meses.
El 1 de septiembre de 2020, Alto al Fuego nació sólo como una acción social y sus lineamientos fueron publicados en la Gaceta Oficial de la capital y contó con un presupuesto total de 494 mil pesos, con el cual se beneficiaron a 47 personas de la alcaldía Álvaro Obregón, específicamente del Sector Plateros.
Un año después, fue elevado a programa social y aunque el padrón llegó a 93 personas, mantuvo los mismos recursos que en 2020.
Ya para los siguientes dos años, el presupuesto se duplicó, al igual que los beneficiarios.
Los recursos asignados al proyecto han sido cuestionados incluso por los propios servidores públicos que participan en él, pues en el informe indican que limita el impacto social en las poblaciones de riesgo y en estado de vulnerabilidad que se atienden.
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“Por el tipo de problemática que se atiende, sería deseable que en los próximos ejercicios fiscales sea ampliado el monto asignado para acompañar el escalamiento de la estrategia en la Ciudad de México”, sugieren en el informe de evaluación.
En 2023, 90 de los beneficiarios radicaban en Álvaro Obregón; 71 en Gustavo A. Madero y 63 en Iztapalapa, de los cuales el 62 por ciento fueron mujeres y el 38 por ciento, hombres.