La investigación de la falla sísmica de Mixcoac, detectada a finales de 2023, concluirá a mitad del próximo año, tras la instalación y análisis de 25 sismógrafos en la zona afectada.
El perímetro, que abarca aproximadamente 10 kilómetros, será monitoreado por los instrumentos que miden pequeñas y grandes vibraciones provenientes de la tierra, convirtiéndolo en lugar más estudiado de toda la CdMx en materia sismológica.
El año pasado, el Servicio Sismológico Nacional ya había colocado un sistema provisional con 20 sismógrafos, lo cuales comenzarán a ser sustituidos conlos nuevos aparatos. Aunado a ello, se instalará un sistema de geolocalización (GPS), así como un vehículo que provocará vibraciones para tener más información del suelo.
Los habitantes de la Unidad Torres de Mixcoac sección D, en la alcaldía Álvaro Obregón, recibieron el jueves estos datos como parte del primer informe sobre la grieta, realizado por científicos de la UNAM y la unidad de protección civil de la CdMx.
“En el Valle de México hay alrededor de 124 sismografos, son estaciones permanentes, colocados alrededor de la ciudad. En esta zona van a poner alrededor de 25 ya fijos, más un GPS para hacer mediciones en tiempo real así de si se mueve un milímetro para arriba un milímetro para abajo para monitorear toda la grieta”, explicó Alejandro Salazar Méndez, ingeniero geólogo del IPN y divulgador científico.
Salazar fue convocado a dicha reunión por los vecinos afectados para que les explicara la primera fase del informe y así comenzar a tomar decisiones sobre sus patrimonios.
“Estoy trabajando al lado de los vecinos. Me están invitando a las reuniones para que les pueda explicar los resultados de las investigaciones. Este primer corte que presentaron reúne información del 2 de noviembre del año pasado hasta marzo de este año (...) la actividad de la grieta ha parado. No hay temblores en las últimas fechas”, comentó.
Pese a que la actividad sísmica fue detectada el año pasado, Salazar explicó a El Sol de México que esta grieta no es nueva, pues en la década de los 80 ya se contaba con investigaciones sobre sismos en esta zona. Incluso, se habla de este tema en periódicos de 1906, según investigaciones de expertos.
“Esta grieta no es nueva, no fue provocada por ninguna construcción. Todo se origina en un punto muy profundo, pero apenas nos percatamos porque estuvo en actividad, pero antes de esto estuvo quieto, no se sabe por qué hay temporadas inactivos, pero la grieta es algo que existe en la zona mucho antes”, enfatizó el experto.
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Pese a que existen cerca de 14 viviendas dañadas por los últimos sismos, de las cuales cuatro sufren caídas de sus estructuras, los científicos encargados de la investigación y Salazar, no ven un riesgo inminente, por lo que los habitantes podrán seguir habitando la zona.
“Los vecinos están asustados, muchos ya quieren vender sus propiedades e irse a otro lado (...) pero la grieta no es un peligro inminente, no en este momento. Se han dañado las casas que son más antiguas”, recalcó.