Exhiben al único dinosaurio mexicano en museo

Existen otras exposiciones en el país pero son provenientes de Estados Unidos, destacó Luis Espinosa Arrubarrena, jefe de esa institución

NOTIMEX

  · sábado 24 de noviembre de 2018

Este animal, originario de Coahuila, existió hace 70 millones de años / NOTIMEX

El hadrosaurio “Pico de Pato” existió hace 70 millones de años en el periodo cretácico de la era Mesozoica y desde hace 26 años su portentoso esqueleto es una de las atracciones principales en la Sala de Paleontología del Museo de Geología de la UNAM.

Luis Espinosa Arrubarrena, jefe de esta institución perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que Pico de Pato es el único dinosaurio mexicano real que se exhibe en la capital.

Existe otro en las bóvedas de un museo de Chapultepec, pero proviene del noroeste de Estados Unidos, así como aquellos que presenta el Museo del Desierto (MUDE), en Saltillo, Coahuila.

“Pico de Pato”, cuyo nombre científico es Latirhinus uitstlani que significa “Nariz ancha”, fue hallado en 1988 por Espinosa Arrubarrena y un grupo de paleontólogos en el ejido Presa San Antonio, cerca del municipio de Parras de la Fuente, en el norteño estado de Coahuila.

“La historia es muy dramática porque su especie dejó de existir luego de que en la península de Yucatán y parte del Golfo de México cayó un meteoro. Sucedió hace unos 65 millones de años y era de los últimos que existían en aquel entonces”, explicó en entrevista con Notimex.

Indicó que se llama “Pico de Pato” debido a las peculiares características que presentan sus maxilares.

“Parafraseando a unos de los geólogos y paleontólogos, eran como las vacas de aquel entonces. Podríamos imaginarlos en planicies muy grandes en el norte de México, eran grandes manadas junto a los dinosaurios astados como el triceratops con tres cuernos”, explicó.

Se trata de un animal herbívoro; sus mandíbulas estaban diseñadas para la molienda de plantas con múltiples hileras de dientes y su proporción fue más alta que la de cualquier otro carnívoro. Las dimensiones del esqueleto son de siete metros de largo, desde la punta de la cabeza hasta la cola y casi 2.35 metros de alto.

Cuando lo hallaron se pudo recuperar 65 por ciento de sus huesos y para protegerlo durante su traslado al Instituto de Geología de la UNAM, se colocó sobre una cubierta de yeso.

“No encontramos un cementerio de dinosaurios o de mamut, como a veces se dice, lo que hallamos fue una especie de deshuesadero o basurero que en su momento fue la cuenca de un delta o donde se juntaba el río con el mar. Debido a la fuerza de gravedad, los animales que se iban muriendo quedaron enterrados ahí”, precisó el paleontólogo.

Fueron toneladas de huesos que los expertos debieron seleccionar poco a poco a fin de completar en lo máximo posible al dinosaurio.

“Hay 25 por ciento de elementos que se tomaron prestados de otros que se tenía", explicó el maestro en Ciencias.