José N, exmando de la Policía Cibernética de la entonces Procuraduría General de Justicia local, armó un equipo de espionaje junto con otros servidores públicos que operaba en un domicilio de la calle Manuel Marqués Sterling, colonia Centro.
Ante ello fue acusado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCM), de violación a la comunidad privada y ejercicio abusivo de funciones, informó el vocero de la institución, Ulises Lara López.
En seguimiento a las investigaciones que iniciaron en 2018 y llevaron al descubrimiento de ese grupo, la FGJCM solicitará a la Interpol México de la Fiscalía General de la República (FGR) la emisión de las llamadas fichas rojas para evitar una posible fuga del país de los posibles participantes en estas acciones.
Dos detenidos
Policías de Investigación detuvieron al exmando de la Policía Cibernética en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, de donde fue trasladado al Reclusorio Norte para ponerlo a disposición del juez de la causa.
Sin embargo, su defensa solicitó la ampliación del plazo constitucional para la audiencia de vinculación a proceso.
Horas después cayó un segundo implicado en la red de espionaje identificado como Jesús Noé N, quien era buscado por su probable responsabilidad en los delitos de violación de la comunicación privada y peculado.
El sujeto fue encontrado en un inmueble ubicado en la colonia San Diego Ocoyoacac, alcaldía Miguel Hidalgo, mismo que fue cateado por personal de la Fiscalía de Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos.
¿A quiénes espiaron?
A solicitud de servidores de alto nivel jerárquico en el anterior gobierno local, el alto comandante con nivel de dirección general de la extinta Procuraduría llevó a cabo las actividades de espionaje después que le fijaron objetivos, señalaron a las personas a las que tenía que vigilar y recibió la orden de reportar sus descubrimientos a ellos y otros funcionarios.
Desde un edificio localizado en la calle Manuel Márquez Sterling, en la colonia Centro, los integrantes de esta red criminal intervinieron ilegalmente las comunicaciones privadas de políticos y sus parientes cercanos; elaboraron fichas de identidad; diseñaron rutas y mapas de seguimiento, además de ejecutar planes con fines político-electorales.
Entre las personas y sus familias espiadas estaban funcionarios de todos los niveles gubernamentales que hoy tienen cargos en la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados, el Gobierno de la Ciudad de México y la FGJCM, cuyos nombres no dio a conocer el vocero en apego a la ley y el respeto a la dignidad de las personas.
¿Cómo operaban?
“De esta forma se organizó un equipo constituido por aproximadamente 30 personas que tenían a su plena disposición la tecnología operativa de la Procuraduría General para que realizara tanto las actividades de análisis y procesamiento de datos como las tareas de seguimiento de campo. Este equipo, a su vez, reportaba sus quehaceres al comandante de la PGJ encargado de dirigir la organización”, describió Lara López.
Al hablar de Jesús Noé, quien fue trasladado al Reclusorio Oriente, afirmó que su función era almacenar la información del espionaje en memorias USB y con ellas realizaba presentaciones, las cuales entregaba a personas que las analizaban para darles el visto bueno correspondiente y ellos, a su vez, las remitían a sus destinatarios finales.
Quienes posiblemente dirigían y operaban esta célula, a sabiendas que de darse a conocer sus operaciones, comprometería a todas las y los servidores públicos involucradas, tanto medios como altos mandos del entonces Gobierno del Distrito Federal, intentaron deshacerse de las evidencias de su delito, desmantelaron el equipo en julio de 2018, arrasaron con casi todo el equipo informático para eliminar cualquier rastro sobre sus operaciones.
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Sin embargo, una laptop con datos sobrevivió a la destrucción, por lo que fue entregada el 12 de julio de 2021 a la Fiscalía para la Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos, la cual estableció que José Roberto “N” y otras personas operaron entre 2013 y 2018.
El personal de la FGJCM también cateó un inmueble de la colonia Providencia, en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde halló indicios consistentes en medios electrónicos, como dos computadoras y cuatro memorias USB.