Las grietas son un problema con el cual tendrán que vivir los capitalinos y no debe sorprenderlos, porque debido a los estudios realizados ya es posible saber dónde aparecerán, su evolución y cómo considerarlas, advirtió Gabriel Yves Armand Auvinet Guichard, especialista en geotecnia del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En una entrevista con El Sol de México, señaló que para entender mejor la formación de grietas en la máxima casa de estudios se realización 15 sondeos en el subsuelo de hasta 100 metros de profundidad.
Es necesario, dijo, la necesidad de seguir con las investigaciones, porque hay grietas nuevas, una de ellas en el Deportivo Santa Cruz Meyehualco, alcaldía Iztapalapa, y otras dos o tres más en Chalco, Estado de México.
El autor del estudio Grietas en Iztapalapa y Tláhuac aclaró que las fracturas de suelo en la capital no surgieron a raíz del sismo del 19 de septiembre de 2017, aunque algunas de los ya existentes abrieron más y eso detonó preocupación entre vecinos y autoridades.
El fenómeno de las agrietas, apuntó, es porque el agua del subsuelo capitalino se bombea, hay una pérdida del líquido y el terreno se asienta, pero la máxima casa de estudios del país ya tiene monitoreado el hundimiento, cuenta con una base de datos y eso le permite responder a tiempo con ese problema.
Los agrietamientos existentes en Iztapalapa y Tláhuac, alcaldías cercanas a la Sierra de Santa Catarina, que es un conjunto de volcanes extinguidos, son debido a que en ellas conviven dos tipos de suelo, uno rígido formado por los derrames volcánicos de basalto y otros materiales, y el otro es lacustre, por lo que cuando los dos entran en contacto vienen los hundimientos y afectaciones.
En el caso de Xochimilco, el doctor en geotecnia comentó que los casos están presentes principalmente en la zona chinampera, cuyo material orgánico es muy deformable y han surgido socavones, pero, estableció, eso no es comparable con lo registrado en las otras dos demarcaciones.
Sobre la forma en que fueron atendidas en Iztapalapa, el Observatorio Interactivo de Hundimientos y Fracturamientos ubicó dos mil 436 grietas y mediante el Programa de Acupuntura Urbana al menos mil 500 están reparadas.
Recordó que el Gobierno de la Ciudad de México formó el Comité de Grietas con la participación de varias instituciones, entre ellas la UNAM, para analizar los casos particulares y ver qué es posible hacer a fin de mitigar las consecuencias de los agrietamientos en futuros sismos.
En este sentido, fue desarrollado el método de la Caja Disipadora, consistente en encapsular el socavón en una caja de arena para que en caso de que haya un nuevo sismo, en lugar de tener un nuevo hoyo habría un ligero desnivel en la calle, con ello, puntualizó, el problema no queda eliminado, pero mitiga las consecuencias.
Por lo que toca a las grietas surgidas en Tláhuac, concretamente en la colonia Del Mar, aclaró que no hubo un sellamiento mediante esta técnica, porque las reparaciones fueron casi inmediatas y reconoció que las autoridades de la demarcación trabajan en este campo.
Aunque el problema seguirá, el catedrático afirmó que es posible prevenirlo, como lo hicieron para el diseño y cimentación del Trolebús Elevado de Iztapalapa, donde la presencia de grietas, su comportamiento a futuro y las consecuencias en la superestructura, todo eso, fue tomado en cuenta.
Agregó que ante esto el sistema constructivo cambió un poco, porque el espacio entre las trabes era muy largo y fue sustituida por tramos más cortos, para darle más posibilidad de adaptación de la estructura a la deformación del terreno.
“Creo que estamos un poco mejor de lo que estábamos en 2017, cuando las grietas nos parecían algo mágico que no se puede controlar, ahora sí ya sabemos dónde ocurren y cómo tomar esto en cuenta, lo que sí no podemos hacer es que se vuelvan a presentar, porque es un problema continuo y que está ligado al hundimiento de la Ciudad de México”, puntualizó Gabriel Guichard.
Mencionó que hay un proyecto para conformar un corredor verde en las zonas con mayor concentración de deformaciones para evitar que nuevamente san tomadas para residir.
ZONAS AGRIETADAS LAS CONVIERTEN EN ÁREAS VERDES
Al respecto, Jabnely Maldonado, comisionada para la Reconstrucción, dio a conocer medidas para prevenir la invasión de inmuebles que ya no pudieron ser reconstruidos por estar en terrenos con grietas consideradas de alto riesgo, primero los inmuebles van demolerse y luego los predios serán expropiados para destinarlos a espacios verdes, con ello otra familia no ocupará el lugar.
La funcionaria dio a conocer que por lo menos 194 familias de la zona oriente de la capital serán reubicadas, porque los terrenos de sus casas están agrietados y no es posible reconstruir ahí.
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Para ello, el gobierno local destinó un terreno en la colonia Las Arboledas, en la alcaldía Tláhuac, donde edifica la Unidad Habitacional El Porvenir, que recibirá a 330 familias afectadas por el sismo. Contará con 17 edificios de cinco niveles cada uno y 266 cajones de estacionamiento.
Tendrá un costo de 300 millones de pesos y se prevé que quede listo para habitar durante el primer semestre de 2023, de acuerdo con la Jefatura de Gobierno.