La pandemia por Covid-19 y la implementación del home office ha ocasionado que extranjeros, principalmente estadounidenses, elijan a las colonias Roma e Hipódromo Condesa, en la Ciudad de México, como su lugar para vivir y continuar con sus actividades a distancia.
Su presencia en los parques México y España, de la Condesa, es casi tan frecuente como ver bancas o plantas. No es raro que sean ellos los que llenen los negocios de alrededor, y es fácil distinguirlos.
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Entre las calles Sonora y México, dos trampolines reciben a un montón de niños. Gritan y se mezclan, pero está claro que algunos de ellos lucen y hablan diferente. Decenas de cabezas rubias juegan mientras sus papás, de evidente acento afrancesado esperan en las sillas a que pasen los 20 minutos que pagaron, por 30 pesos.
En el camellón de la Calle Ámsterdam, los paseantes parecen gustar de hablar en altavoz o mandar mensajes de audio, lo que permite distinguir el idioma en el que se comunican: inglés, francés, también español pero del que tiene ese acento sudamericano. A las 17:00 horas, pasada la hora de la comida, el camellón se llena de deportistas, aunque a decir de un grupo de mujeres que platica en la orilla de la calle "parece que no trabajan, siempre tienen tiempo para hacer ejercicio", refiriéndose a un par de mujeres rubias que más que trotar, caminan y platican en ropa deportiva.
"Watch out", grita un joven que comanda un grupo de ciclistas extranjeros que pasea hacia avenida Nuevo León, son siete bicicletas que siguen las indicaciones de quien va hasta delante.
El cuadro de extranjeros se extiende en toda avenida Oaxaca, Parras, Avenida México, ése es su entorno hasta la Glorieta de Cibeles, donde la zona se vuelve más familiar al prototipo del mexicano y metros más adelante, hacia la Glorieta de Insurgentes.
De acuerdo con especialistas en urbanismo consultados por El Sol de México, el hecho se debe a que para los extranjeros es más barato rentar en la capital que en Nueva York o Manhattan, ya que continúan con su sueldo en dólares o euros.
“Los que trabajan en grandes corporativos u organismos internacionales que se ubican en la zona de Reforma o Santa Fe son ejecutivos de alto nivel y su sueldo es equivalente en dólares o euros, por lo que el poder adquisitivo en México es mucho mayor.
“Una renta en la Roma o en la Condesa está en alrededor de dos mil dólares, mientras que una renta promedio en Nueva York o Manhattan está el doble. Las rentas aquí son más baratas, por eso esa visibilidad de más población con un aspecto extranjero en zonas de la Roma y Condesa”, indicó Armando Rosales García, presidente de la Representación de la Asociación Mexicana de Urbanistas.
En redes sociales se ha cuestionado la presencia cada vez mayor de extranjeros en la zona. “Yo soy exdefeña, ahora fronteriza. Fui hace dos semanas pa allá y juro qué hay más gringos que en Los Ángeles, sin exagerar”, indicó la usuaria @FERIKI. “Sí exageras un poquito, hay más japoneses, coreanos y chinos”, señaló @WhoIsMario.
De acuerdo con Rosalba González, experta en vivienda y maestra en Desarrollo Urbano, rentar un inmueble para un extranjero resulta más fácil en la capital que en otros lados, ya que en ocasiones los dueños no les piden Visa ni un aval, a cambio de una renta mayor.
“Con la pandemia se abrió el esquema y se potenció el esquema de Home Office (…) Este fenómeno no es exclusivo de la Ciudad de México, pasa en otras partes del país como en Cancún o Playa del Carmen, en Quintana Roo, en donde extranjeros llegan a rentar por meses o a comprar incluso bienes”, señaló.
De acuerdo con Trovit.com y Airbnb, los precios de rentas en dichas colonias, que concentran gran infraestructura como ciclovías, parques con audioramas y lugares de esparcimiento, rondan entre los 25 mil y 50 mil pesos al mes.
En un recorrido realizado por El Sol de México en las colonias Roma y Condesa se observó principalmente la presencia de estadounidenses, alemanes y asiáticos. Según comerciantes de la zona, asisten con mucha frecuencia al tianguis que se ubica en la calle de Mérida y Álvaro Obregón, el cual se pone todos los viernes y oferta comida desde birria hasta ropa y calzado.
“Al inicio de la pandemia no se veía nadie, pero ya desde hace unos seis meses para acá se ha visto la presencia de más gente. Sí, aquí hay mucho extranjero, es muy común verlos por aquí comprando”, indicó un comerciante de nieves de la zona.
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