Videoconferencias para juntas del trabajo, envío de mails desde casa, clases en línea, ver series y películas en Netflix y realizar trámites para obtener permisos del gobierno desde portales web, son actividades a las que hemos migrado tras el llamado a quedarnos en casa ante la expansión del Covid-19, pero no todos en la Ciudad de México están listos para trabajar o estudiar desde el hogar.
La llamada “hora pico” del uso de internet, que por lo general abarcaba de las 19:00 a las 23:00 horas, se ha extendido hasta por un periodo de 11 horas, lo que provoca lapsos de lentitud en la red de servicio, según el proveedor contratado.
Para Rafael Pazarán, especialista en tecnologías y seguridad de la información, la carga de uso de las redes domésticas que se ha presentado no implica un colapso del servicio, pero sí de procesos más lentos, por lo que ha llamado a los capitalinos a un uso controlado.
De acuerdo con el anuario estadístico 2019 del Instituto Federal de Telecomunicaciones, en la Ciudad de México, de losdos millones 688 mil 717 hogares que se tienen registrados, sólo 63 por ciento tiene acceso a un equipo de cómputo.
Vanesa trabaja en una empresa de monitoreo de la información en la alcaldía Cuauhtémoc. No consideró comprar una computadora, pues destinó sus ahorros para rentar un departamento más cerca de su trabajo.
Sin embargo, ante la contingencia sanitaria, su empresa le ha pedido trabajar desde casa, pero no le brindó un equipo, por lo que recurrió a una compra con pago diferido con su tarjeta de crédito.
Debido a que la necesidad de trabajo le demanda un equipo estable, decidió invertir en una computadora de alta gama para no fallar en sus labores.
“Al estar todos en casa, clases en línea, hacer homeoffice... la pregunta es si hay capacidad para soportar esta operación. La realidad es que nunca se había visto esto, todos podemos teorizarlo, pero podemos ver lo que hay alrededor de esta crisis. No todos los proveedores de internet están preparados para este incremento de tasas, sólo uno, Telmex, es el gran preparado porque tiene planes de respuesta ante pandemias”, explicó Pazarán en entrevista con este diario.
Respecto al gasto promedio en el servicio de internet móvil para acceder a la red, los hogares capitalinos con menor nivel de ingreso son los que mayor porcentaje del gasto del hogar destinan. De los más de 2 millones de hogares, quienes registran menor ingreso destinan del seis por ciento hasta el 10 por ciento de lo que perciben de sueldo mientras que los hogares con mayores ingresos sólo destinan dos por ciento e incluso sólo uno por ciento para tener internet, pues su poder adquisitivo no aprieta este gasto.
Sin embargo, hay otro panorama. Aún con un equipo, el personal laboral no tiene habilidades y capacidades para trabajar en casa, sin importar la edad, pues como explica Pazarán, “una cosa es ser experto en tecnología y la otra ser una persona funcional digital”.
El IFT, que retomó datos del Inegi, señala que el 28 por ciento de los hombres sabre crear hojas de cálculo, el 21 por ciento hacer uso de una base de datos y un ocho por ciento hace uso de programas con lenguaje especializado. Sobre las mujeres, 25 por ciento maneja excel, 21 por ciento manipula bases de datos y 7 por ciento corre programas especializados.
OPCIONES
“Como primer frente, internet no se va caer. Si la pregunta que todos tenemos es si internet se va caer es la realidad que no. Internet está constituida y consolidada con arquitecturas y con tecnologías muy fuertes o robustas de Cisco Systems, todo circula por esa empresa, es una empresa muy fuerte y todos esos dispositivos del sistema nervioso de internet corren por esos aparatos que se cambian cada año entonces no tenemos problema en ese sentido, ¿qué si pudiéramos tener? no tener servicio, pero eso no significa que se cae internet, sino que se cayó el puente hacia internet. Entonces lo que sí podría pasar es la caída de aplicaciones, que ya ocurrió en España, Italia y China”, detalló.