Detrás de la destitución de Judith Vázquez Arreola como titular de la Unidad de Transparencia del Congreso de la Ciudad de México destaca un conflicto de intereses al interior de la bancada de Morena y la colocación en dicho cargo de una persona que tiene vínculos partidistas con esta bancada mayoritaria.
Vázquez Arreola fue destituida mediante un punto de acuerdo aprobado en la sesión de la Comisión Permanente del 17 de julio, sin discusión ni derecho de audiencia. Sin embargo, al ser ella nombrada por el Pleno, su remoción debió ser parte de un procedimiento de juicio político, como lo establece el artículo 65 de la Constitución capitalina.
En entrevista con El Sol de México, Vázquez Arreola refirió que ella llegó al Congreso por invitación de los diputados al no ser seleccionada en el proceso de nombramiento de comisionados ciudadanos para el Info. “No llego apadrinada por nadie ni por nada, llego por mis propios méritos”, cuenta.
Sobre su remoción acusa que se dio sin bases legales ni argumentos sólidos y obedeció más a que estaba cumpliendo su labor de transparencia o “abrir puertas y ventanas” del Congreso, como ella dice. “Eso no le gusta a quien necesita ocultar cómo se toman las decisiones y cómo se ejercen los recursos públicos”, apunta.
Y acusa: “hay cosas muy irregulares que han sucedido en la Jucopo, desde no poder hacer públicos los acuerdos que ellos toman, incluso el acuerdo que hace mi remoción del cargo. Ese oficio debería ser un documento público para mostrar las firmas y que existen esos documentos (pero no lo es)”.
A esto añadió que hay diputados en Morena que “no les acomoda la transparencia porque los deja en evidencia” e incluso revela que le pidieron retirar oficios o que buscara “cómo librar las respuestas (de solicitudes de información). Yo me dedico a la transparencia con convicción y ética”, subraya.
Ayer este diario informó que para poder conocer las listas de asistencia a la sesiones, se recurrió al Sistema de Solicitudes de Información de la Ciudad de México ya que a principios de junio no estaba disponibles para su consulta libre en el portal de internet, pese a que es una obligación de transparencia.
“Yo defiendo mi trabajo y mi prestigio, porque yo no llegué a tocarle la puerta al Congreso, ellos me invitaron a hacer lo que yo sé hacer, con profesionalismo, con ética y ahora ellos que den las explicaciones que tengan que dar”, enfatiza Vázquez Arreola, quien tiene una larga trayectoria en el tema de transparencia y rendición de cuentas.
En el lugar de Arreola los diputados nombraron a Julio César Fonseca Ortega, quien si bien se ha desempeñado en diversas áreas de transparencia y acceso a la información, tiene vínculos partidistas con Morena, ya que en abril de 2018 renunció al Movimiento Ciudadano para sumarse a este partido.
Fonseca Ortega participó en el proceso de selección de cuatro comisionados ciudadanos para el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de las Ciudad de México, pero no fue electo e incluso fue mal calificado por las organizaciones civiles que dieron seguimiento al tema.
De acuerdo con una cédula de evaluación independiente que difundieron estas organizaciones, como Ruta Cívica, Fonseca Ortega obtuvo un punto medio-bajo y fue mal calificado en el rubro de independencia política y combate a la corrupción.