Hace 14 años un plantón sobre Reforma luchó por la legitimidad de la elección presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Ayer una escena similar de protesta regresó a esta reconocida avenida capitalina, pero ahora para pedir su renuncia.
El Frente Nacional AntiAMLO (FRENA) que desde el sábado pretendía llegar al Zócalo, ayer se extendió sobre Juárez hasta casi Avenida de la República y así se mantendrá de manera indefinida.
Las primeras casas de campaña colocadas frente a la Lotería Nacional aún lucían desocupadas hasta la tarde de ayer. En su interior sólo había cajas aplastadas y algunas más tenían botellas de agua. En este punto, se reunieron también automóviles particulares con mensajes en contra del Presidente.
Estaban separadas con dos metros de distancia, pero unidas mediante cordones para evitar que se las llevaran: ya sea el viento por estar vacías o la policía, como sucedió el pasado sábado. También las hay por grupos, como las que colocó un contingente que vino desde Metepec, las que se prepararon con plástico y bolsas para enfrentar la lluvia desde la Alameda y las adornadas por completo con imágenes de la Virgen de Guadalupe.
El pasado sábado el contingente no pudo avanzar hacia el Zócalo, como era su plan, pues la policía les cerró el paso sobre Eje Central, incluso hubo algunos enfrentamientos con la policía por la colocación de las tiendas. El gobierno capitalino explicó que sólo se trató de una estrategia para evitar choques con otras manifestaciones que se realizaron ese mismo día. Pero ayer agregaron que “el hecho de que FRENA se quede en Juárez es más seguro para sus integrantes que si ocupan el Zócalo, donde llegan diversas expresiones, algunas de ellas de forma violenta”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador les garantizó que no se violará el derecho a manifestarse. “Ojalá que se queden tiempo suficiente, que no sea nada más efímero, unos cuantos días”, dijo.
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