La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, instaló la Primera Convención Agraria donde se planteó ampliar y reconocer la participación de las mujeres así como construir un censo de los ejidatarios y comuneros para que no se pierda la propiedad social.
La mandataria capitalina dio a conocer que la ciudad tiene mil 485 kilómetros cuadrados de superficie y una tercera parte sigue siendo propiedad ejidal y comunal, donde muchos ejidos y comunidades todavía luchan por su reconocimiento; son 34 ejidos formalmente y 15 comunidades agrarias de las cuales algunas están peleando su reconocimiento.
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“Hay reconocimiento al menos histórico y cultural que es fundamental, algunos de los ejidos ya están totalmente urbanizados y sin embargo, hay zonas que siguen siendo de propiedad ejidal y una parte fundamental es lo que llamamos suelo de conservación, la mitad de su territorio que tienen los principales pueblos originarios y que sigue representando una riqueza natural y fundamental”, expuso.
“Para nosotros es fundamental el reconocimiento de esta propiedad social, de sus núcleos agrarios, de los ejidatarios, las comuneras, son quienes guardan no solamente la riqueza cultural sino que también resguardan esta propiedad social y esta propiedad natural, sino hubiera sido porque estas tierras les pertenecen a ejidos y comunidades probablemente ya no existieran bosques en la ciudad”, enfatizó.
Margarita Peña Cardoso, presidenta de la comisaría ejidal de Tepepan, aplaudió esta convención pues nació con el fin de intercambiar experiencias con los dueños de las tierras y las autoridades, todas vinculadas con el sector agrario, con el objetivo de aplicar mecanismos para la protección de sus tierras.
Al mismo tiempo, pidió que la justicia en materia agraria sea pronta y expedita, pues los juicios son muy tardados, tocó el tema de los asentamientos irregulares y las invasiones; además, puso sobre la mesa los conflictos agrarios límites entre ejidos y que existe la necesidad de implementar programas para los ejidatarios y ejidatarias.
Otra solicitud fue que la administración capitalina y el gobierno federal realice acciones drásticas para la conservación y protección de las áreas naturales, un censo ejidal y que los productos locales de Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco se vendan en la Central de Abasto.
“Se debe fortalecer la participación de la mujer en los núcleos agrarios, por eso venimos a esta primera convención agraria”, expresó.
Luis Hernández Palacios Mirón, procurador federal Agrario, aseguró que esta instalación no es solamente para dar voz y visibilidad a los problemas de ejidatarios y comuneros, sino para iniciar un profundo proceso participativo para definir la perspectiva que los núcleos necesitan, así como garantizar el ordenamiento.
Además, que van a buscar los mecanismos de integrar a las mujeres fundada en el respeto y en el reconocimiento; y que se propondrá que la sucesión de los terrenos sea en vida de los derechos de adultos a familiares jóvenes a través de un convenio que sea revocable por ingratitud.
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