Los nuevos equipos y materiales con los que cuenta el H. Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México, entre unidades todo terreno con las que atienden desde incendios, inundaciones hasta el rescate de personas, y superbombas de agua, permiten atender con mayor rapidez y menos riesgos siniestros de grandes magnitudes, aseguró Juan Manuel Pérez Cova, director general de esta corporación.
En entrevista con El Sol de México informó que adquirieron 45 vehículos que fueron hechos prácticamente a la medida de las necesidades del trabajo de los tragahumo para uso rudo y atención de emergencias. El gasto total fue de 150 millones de pesos.
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Explicó que las denominadas unidades multipropósito están equipadas para atender los 10 tipos de emergencia más comunes en la capital del país, como son incendios, accidentes vehiculares, rescate de personas, caída de árboles, postes, cables, lonas, espectaculares, inundaciones y enjambre de abejas.
Estos vehículos tienen una motobomba de ultra presión para lanzar espuma con agua, la cual puede trabajar de 10 a 18 horas; a este equipo se integra un kit completo para separar y cortar plástico, metal y otros materiales, cuya fuente de energía son baterías de litio.
Aseveró que dos unidades de este tipo ya fueron distribuidas a cada una de las estaciones de la corporación en la ciudad, y que resultaron fabricadas con la mejor tecnología a nivel internacional.
Comentó que para el rescate de personas adquirieron vehículos con un brazo hidráulico que alcanza los 18 metros de altura; tienen una castilla y cuentan con una pinza de estabilización de postes o árboles y, de ser necesario, seccionarlos, a fin de evitar que caigan.
Al hablar sobre el incendio de Azcapotzalco, ocurrido en enero pasado, recordó que ahí debutaron estos últimos vehículos, cuyo brazo fue elevado a 12 o 13 metros, con lo cual fue posible perforar el techo de una bodega vecina, a fin de combatir el fuego; paralelamente, hubo necesidad de perforar dos muros con el equipo nuevo para que los bomberos entraran pecho tierra para apagar el fuego.
Sin esos equipos y sustancias el entrevistado reconoció que los bomberos hubieran gastado cinco veces más de agua, bajo el nivel de riesgo para el personal, además que se evitó el desalojo de los habitantes de los alrededores, daños al medio ambiente “y el tiempo para sofocar el incendio en Azcapotzalco hubiera sido verdaderamente incalculable, sin los nuevos equipos hubiera sido una tragedia en más de un sentido”, subrayó Pérez Cova.
El 19 de enero pasado el fuego inició en una fábrica de bicicletas, luego pasó a una factoría de pisos laminados y poco faltó para llegar a unas bodegas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y a un lugar donde elaboraban llantas.
Resaltó que los factores que ayudaron a controlar este incendio más rápido fue la capacitación de los bomberos, su vocación de servicio, lo cual, junto con el equipo, la espuma y las unidades dio un resultado extraordinario.
Reportó que al asumir el cargo, 98.5 por ciento de los bomberos no tenía capacitación reciente para combatir incendios, rescate de personas, salvamento acuático y de alturas, lo cual prendió focos rojos, y fue necesario acelerar el adiestramiento.
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Agregó que otro tema importante es la capacitación de las mujeres para que suban de puestos, que es una deuda histórica del cuerpo con ellas, ya que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México señaló que las bomberas fueron violentadas en más de un sentido por sus mandos y el gobierno, y eso no podía seguir.
“Estas células de mujeres, que estamos capacitando para que no solamente hagan su trabajo, que de por sí es bueno, sino que las llevamos a tomar decisiones operativas, se están capacitando como líderes de células de los servicios de emergencia”, concluyó.