El Consejo de Evaluación de la Ciudad de México (Evalúa) consideró que no hay suficientes incentivos para que los vecinos se involucren en los proyectos de mejoramiento al espacio público, lo cual provoca insatisfacción en algunos ya que no se sienten tomados en cuenta.
El organismo dio a conocer los resultados de la Evaluación de impactos percibidos de proyectos de intervención urbana de 2019 a 2023, donde analizó los resultados de los programas Mejoramiento Barrial, Sembrando Parques aplicado en Parque Ecológico Xochimilco y Parque Cuitláhuac; Senderos Seguros que conectan a las Utopías de Iztapalapa y la realización de Murales Urbanos en la misma alcaldía.
Evalúa hizo una revisión del uso y apropiación de los espacios públicos con base en las opiniones y declaraciones de quienes usan parques, caminan por las colonias o visitan las explanadas.
Una de las políticas evaluadas fue “Mejoramiento Barrial”, programa social en el que la población que vive en zonas de alta marginalidad decide las intervenciones urbanas para mejorar las condiciones de seguridad en sus colonias, pueblos o barrios.
Evalúa entrevistó a vecinos de la colonia 8 de Agosto, en la alcaldía Benito Juárez, quienes denunciaron la presencia de operadores políticos que autogestionan los recursos del programa y excluyeron a las comunidades en la decisión de sus proyectos. Los habitantes fueron intimidados para evitar que reclamaran al respecto.
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“Este es el caso de dos intervenciones en la colonia 8 de agosto en la alcaldía Benito Juárez, en donde la promovente era una operadora política que, haciendo uso de los recursos mediante la autogestión, realizó una mínima parte de los proyectos, sin que la inversión se viera reflejada en las obras esperadas. A esto se le añaden actitudes amenazantes o prepotentes que pueden estar reteniendo a los vecinos de tomar acción contra estas prácticas”, indica el informe.
Según la evaluación, el programa “Mejoramiento Barrial” depende de la participación ciudadana para la implementación y selección de las intervenciones; sin embargo, vecinos e integrantes de la comunidad cuestionaron la transparencia y la honestidad de los promoventes (integrantes de los comités de administración y supervisión de los proyectos) en el uso de los recursos que fueron asignados al proyecto urbano.
El trabajo de campo realizado por Evalúa también reveló que las empresas involucradas pueden tener actitudes de abuso ante el desconocimiento de los vecinos en las obras, lo que se traduce en intervenciones de calidad cuestionable, de rápido deterioro o inconvenientes con la gestión del presupuesto.
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“Si bien es un programa con resultados importantes en el mejoramiento del entorno en las zonas con mayores complicaciones debido al deterioro urbano, es importante que existan mecanismos que puedan hacer responsables a las empresas que abusan de la confianza de los vecinos o no trabajan en coordinación con ellos ni acatan las necesidades que estos manifiestan”, señala.
Evalúa recomendó mejorar los incentivos de participación mediante asambleas ciudadanas y comisiones o coordinadoras de participación comunitaria.