Locomotora La Emperatriz: el gigante de acero de 1930 que emociona a los capitalinos (Fotos)

Mucha gente, de todas las edades, llegaron desde las 8:00 horas a las vías de tren de Río San Joaquín para conocer al gigante de acero

Dana Estrada / El Sol de México

  · viernes 7 de junio de 2024

La Emperatriz. Foto: David Deolarte / La Prensa

Después de varios días de viajar por otros estados del país, la locomotora de vapor 2816 conocida como “La Emperatriz” y que data de 1930, fue esperada desde muy temprano, por personas provenientes de varias partes de la Metrópoli.

Mateo, de nueve años, viajó desde apíñela hasta el cruce de Río San Joaquín y equina con calle Ferrocarriles, de la alcaldia Miguel Hidalgo en la CDMX, para ver por primera vez una locomotora de este tamaño e historia.

Y además, Mateo llegó con la cabina de su locomotora de vapor a escala, que fue un regalo de sus papás, pues desde los dos años colecciona trenes, por lo que presume tener una colección de mil figuras a escala de tranvías.

“Llevo desde los dos años coleccionando trenes. A mí me encantan los trenes y mi clase favorita son los de vapor y por eso estoy aquí. No podía faltar, tuve que venir desde Puebla y me arriesgué tanto para venir a ver esta locomotora, no avisé a la escuela”, dijo Mateo.

El pequeño viajó en compañía de sus padres y abuelos, salieron desde Puebla a las 6:00 horas, para llegar a la ciudad alrededor de las 10:30 horas.

La Emperatriz. Foto: David Deolarte / La Prensa

Sin embargo, su madre reconoció que no enteraron de una forma agradable sobre la presencia y recorrido de esta histórica locomotora, ya que el jueves conocieron la noticia sobre la muerte de una joven en Hidalgo, que fue golpeada por el tren mientras intentaba tomarse unas fotos.

“Vimos la noticia de la muerte de la chica, explicaron sobre el tren, fue algo muy lamentable enterarnos del trayecto del tren de esa forma”, comentó la madre de Mateo.

La Emperatriz. Foto: Nadya Murillo / El Sol de México

Pese a ello, Mateo se dedicó a buscar en internet información sobre “La Emperatriz” y el recorrido que llevaría a cabo, por lo que el punto más cercano, para poder apreciarla sería la parada que realizó por unas horas en la CDMX.

Él cuenta que de grande le gustaría manejar un tren, pero también contempla ser conductor del Metro de la Ciudad de México, por lo que considera, en un futuro mudarse de estado para cumplir su sueño.

La Emperatriz. Foto: David Deolarte / La Prensa

Así como Mateo, mucha gente, de todas las edades, llegaron desde las 8:00 horas a las vías de tren de Río San Joaquín para conocer al gigante de acero. Sin embargo, para establecer un orden y permitir que todos los visitantes pudieran conocer el tren, solo por fuera, se organizó una fila de acceso que logró atravesar cerca de seis calles a la redonda.

“No nos imaginamos la cantidad de gente que vendría, no teníamos previsto un evento para hacer filas para que pudieran tomarse fotos. Es impresionante como la Ciudad de México recibió a La Emperatriz”, comentó uno de los miembros del equipo que escoltó a la locomotora.

La Emperatriz. Foto: David Deolarte / La Prensa

Un tren de pasajeros con una gran historia

La Emperatriz fue un tren de pasajeros en Canadá, país de origen, durante 30 años, y a partir del año 1960 fue puesta en exhibición en el museo Steamtown en Vermont, Estados Unidos. Y fue hasta finales de los 90 que una empresa originaria de Canadá la restauró para convertirla en una locomotora de promoción a lo largo de ambos países del norte del continente. Y en abril del 2024, la empresa Canadian Pacific Kansas City (CPKC) decidió que realizaría un viaje atravesando Canadá, Estados Unidos y el norte y centro de Mexico, para regresar a su país de origen y ser exhibida en un museo.

La Emperatriz. Foto: David Deolarte / La Prensa

Debido a esta historia de casi un siglo, fue que habitantes de la Metrópoli se reunieron para conocer a La Emperatriz, y hasta causar nostalgia en las familias de ex ferrocarrileros, como fue con María Guadalupe Hernández, quien su padre Juan Hernández, ejerció el oficio a mediados del siglo.

La Emperatriz. Foto: Nadya Murillo / El Sol de México

“Mi papá fue ferrocarrilero. A nosotros, de niños nos atendían en el hospital para ferrocarrileros y teníamos varias prestaciones y derechos por ser familia de quienes manejaban los trenes en el país”, narró.

La Emperatriz. Foto: Nadya Murillo / El Sol de México

Antes de la CDMX, Maria visitó el municipio de Huehuetoca, en el Estado de México, porque quería verlo andar. Y ahora en la ciudad logró verlo con más calma y así honrar su legado y la memoria de su padre.

La Emperatriz. Foto: Nadya Murillo / El Sol de México

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La Emperatriz, estuvo disponible para fotografías alrededor de cuatro horas, y fue hasta pasadas las 15:00 horas del viernes que retomó camino, y que curiosos y amantes de los trenes la despidieron.