Por muchos siglos, desde lo alto de la Catedral Metropolitana, las esculturas de la fe, caridad y la esperanza habían vigilado el andar del tiempo y los hechos histórico en el corazón de la capital mexicana; sin embargo, éste último sismo de magnitud 7.1 grados, echó abajo a una de ellas. La Esperanza, la cual cayó al suelo y quedó partida en dos.
Esa escultura realizada por el arquitecto Manuel Tolsá, el que realizó el famoso Caballito, dejó solas a la Fe y la Caridad, junto a la bandera nacional.
En el Informe de daños al inmueble, la Arquidiócesis Primada de México, detalló que siguiendo este protocolo, el miércoles pasado, se procedió a embalar los fragmentos de la estatua de la Esperanza así como del Señor de la Columna.
El jueves, luego de una reunión con el personal de la Catedral, al que se instruyó sobre los procedimientos de seguridad, se inició el trabajo de limpieza de la Catedral, procurando notificar eventuales problemas o daños dentro del inmueble. Estos trabajos concluyeron a las 2:00 hora en que el personal se retiró de la Catedral.
Posteriormente, personal de Sitios y Monumentos se dedicaron a transportar los restos de la estatua al edificio de la antigua curia.
En el documento, la Arquidiócesis precisó, que a las 13:14 del martes 19 de septiembre tras el sismo, muchos edificios, iglesias y estructuras varias se vieron gravemente afectadas.
Y lamentablemente, el recinto católico más importante de América Latina, sufrió algunas afectaciones.
La tarde del martes 19 y a lo largo del 20 y 21 se mantuvo cerrada la Catedral para hacer una detallada inspección a cargo de la Dirección de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, encabezada por el Arq. Raúl Delgado y su grupo de trabajo.
Así como ingenieros del INAH y elemento de la División Científica de la Comisión Nacional de Seguridad del Gobierno Federal. Un grupo de casi cuarenta especialistas se dedicaron por horas a realizar una cuidadosa revisión. Participaron además, Francisco René Espinoza E., Deán del Venerable Cabildo y Rector de la Catedral, Ricardo Valenzuela P., Sacristán Mayor, Victoriano Martínez N., Capellán de Coro y el Diácono Permanente Rafael Parra, Campanero Mayor.
El dictamen previo, tras la revisión, estableció la apertura de la Catedral el viernes 22 en horario normal, sin embargo, por el momento se debe mantener acordonada, para la seguridad de la feligresía y de los turistas, el atrio sur debido a que la estatua de la Caridad presenta un desplazamiento y un daño en la base de la misma.
En virtud de que los trabajos de apuntalamiento de la Torre Poniente, que presenta daños en las claves de los arcos y de su estructura en general se hizo la delimitación del tránsito de las personas en el atrio.
Ello nos deja la única posibilidad de entrar y salir, mientras dure la contingencia, por la puerta de Monte de Piedad, citó el informe.
Las indicaciones dadas por el Arquitecto Delgado para realizar la revisión previeron las grietas, fisuras y elementos fracturados o caídos, así como detalles importante en la estructura, fueron documentado con foto geolocalizada para seguir los protocolos que pide el seguro contratado por el INAH, a fin de que se cubran los gastos generados por el daño en la pieza o estructura.
Inclusive, frente al Sagrario quedó un pedazo de la cruz remate de la torre Poniente. La otra parte cayó sobre la nave del Sagrario.
Después del dictamen previo se procedió a embalar las piezas que, además, se numeraron para proceder en su momento a la restauración y/o factura de una réplica.