Larga con 260 años de historia, es una de las fuentes más antiguas de la Ciudad de México, fue parte del Acueducto de Chapultepec, pero hoy tiene un aspecto ruinoso, se nota el olvido en cada piedra y una grieta la parte por la mitad. La Fuente de Belén es hoy un triste recordatorio del olvido al que a veces se somete al patrimonio histórico.
A unos metros de los cuatro rascacielos más altos que reflejan la modernidad de la capital, la también llamada Fuente de Chapultepec es un triste traspatio de Reforma. Le han crecido hierbas, reflejo del estado de abandono en el que se encuentra, su base tiene hundimientos diferenciados, su contraportada está grafiteada, la plazoleta es toda ella un espacio en ruinas.
Es por ello que el cronista Enrique Ortiz, preocupado por el estado de la Fuente de Chapultepec -hermana de la fuente de Salto del Agua- lanzó una campaña en redes sociales para convocar a la ciudadanía a firmar una petición dirigida al gobierno de la Ciudad de México y al Instituto de Antropología e Historia para su rescate y reubicación.
Dicha petición, titulada Reubicación y salvamento de la fuente de Chapultepec, fue lanzada el pasado miércoles y al cierre de esta edición sumaba ya casi dos mil firmas. “Es una obra de arte en cantera, herencia de todos los capitalinos, al nivel del Hemiciclo a Juárez" dice sin pensarlo en entrevista con este diario.
De acuerdo con Enrique Ortiz, la grieta que parte en dos a la fuente se originó por los hundimientos diferenciados de la zona: una parte del monumento está sobre el cajón de concreto de la estación Chapultepec de la Línea 1 y la otra sobre suelo inestable. El secretario de Cultura, José Alfonso Suárez del Real, aseguró que su estado se agravó por el sismo de 2017.
Esta fontana fue construida en 1760 durante el gobierno del Virrey Agustín de Ahumada y Villalón, Marqués de las Amarillas, y formó parte del acueducto de 904 arcos que dotaba de agua a la Ciudad de México y que corría por lo que ahora se conoce como avenida Chapultepec, recientemente remodelada en su tramo entre Lieja e Insurgentes.
Fue declarada monumento histórico el 9 de febrero de 1931. Su ubicación no siempre ha sido la misma. En 1921 se movió y se le agregaron dos alas laterales para convertirla en un acceso digno al Bosque de Chapultepec. Con su nueva estructura se le conoció como kiosco Marieta. En 1976 fue movida algunos metros a causa de las obras de Circuito Interior.
Enrique Ortiz comentó en entrevista que la fuente conserva un 90 por ciento de su estructura original, pero se corre el riesgo de que se pierda el relieve debido al abandono sistemático al que ha sido sometida y a la intemperie del clima y de esta manera la fuente “quede plana”. De hecho, se advierten faltantes de piezas.
En entrevista el secretario de Cultura asegura que en adelante buscará al director del INAH, Diego Prieto, para analizar las posibles soluciones. De manera personal cree que la fuente debe reubicarse en Sonora y Lieja, para vincularla con la recién remodelada avenida Chapultepec. Sin embargo, aunque hay un interés personal y de gobierno, y a que existe ya un proyecto ejecutivo de retiro, almacenamiento y remozamiento del monumento, no hay planes concretos en el futuro.
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