La Mafia del Despojo es uno de los aliados de la expansión de la gentrificación, que cada vez más frecuentemente encuentra, en diferentes zonas de la Ciudad de México, la oportunidad de encarecer el alquiler de las viviendas, muchas veces a costa de desalojar a los propietarios de sus inmuebles, obligando a que haya solo algunos que puedan pagarlo.
Inicialmente, el interés estaba puesto en la Roma, Condesa, Zona Rosa, y ahora se ha extendido a colonias de la alcaldía Benito Juárez, como Santa María Nativitas, Elena, Diego Arenas, Portales y San Simón, donde vecinos de la demarcación, acusan el abuso hacia los dueños de viviendas en situación vulnerable, como gente de la tercera edad, de ser despojados de sus casas por medio de engaños, o incluso de forma violenta.
La integrante de la Red vecinal Benito Juárez, y de la Comisión de Participación Ciudadana (Copaco) de Villa de Cortés, Gabriela Ortega Valdés, quien lucha contra el cartel inmobiliario, asegura que la Mafia del Despojo, como lo han denominado, “es un conjunto de individuos
respaldado por instituciones de la policía, hasta de la Secretaría de Finanzas, que se dan cuenta quienes no pagan predial, entonces mandan a grupos para observar cuales (viviendas) están abandonadas”.
Van 15 predios apropiados por la Mafia del Despojo
Por medio del trabajo como el que realiza la activista, según comentó a La Prensa, se han apropiado de alrededor de 15 inmuebles supuestamente en abandono, con problemas de regularización, cuyas víctimas son personas adultas mayores.
Gabriela explica que, “no solamente es un grupo organizado como un cartel, es la diferencia entre personas que se aprovechan de una persona mayor, se gana su confianza y se mete al predio, o esperan a que muera y entonces se meten a la casa”.
Tras estudiar los casos y apoyar a propietarios de algunas viviendas, dice que estas personas “consiguen los sellos y los contratos de compraventa del despojo, pagan sicarios, alrededor de ocho mil pesos a la semana, para que se metan”.
El ingreso a las viviendas es por medio de un contrato de renta para despojar a los dueños o por medio de policías que llevan a cabo “rondines” en casas abandonadas, desocupadas, o con fácil acceso para defraudar a la gente.
Adultos mayores, los más vulnerables
Entre los casos que le ha tocado defender, predominan abuelitos que no son frecuentados por sus familias, que es fácil que se dejen engañar por estas personas que buscan hacer se de las propiedades, para después construir edificios que pondrán en compraventa.
Luego de la estafa donde entran a la fuerza, o adquieren la casa a un costo muy bajo, “empiezan a poner esos rollos de arquitectura brutal” y anuncian departamentos en venta, sin que los interesados conozcan el origen del predio.
Ortega, declaró que cuentan con el apoyo de notarios del Estado de México, que se prestan a este tipo de despojos, ellos “facilitan la regularización de supuestos contratos de compraventa a los que son obligadas las víctimas a firmar, sin que las denuncias ante la Fiscalía General de Justicia procedan”.
La organización de estos grupos, considera, también desaparecen las pertenencias de los dueños, donde contratan camiones de basura para sacar todo, y quemar la documentación de los habitantes a los que sacaron o engañaron, a modo de que no tengan oportunidad de reclamar.
La activista sabe que estos casos siguen creciendo, debido a que falta una normatividad que proteja a las personas mayores, así como sancionar la impunidad que se gesta en las fiscalías que protegen a las mafias.
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“Cuánta gente muere (y) las casas se quedan a expensas de estas mafias y no hay forma de controlarlo cuando se mete la 'mafia del despojo'”, mencionó Gabriela Ortega, para quien es importante advertir a las personas, especialmente a las de la tercera edad.
El llamado de la activista es a que las autoridades pongan más atención en estos casos, más que protegerlos, ya que dejan a personas y familias desprotegidas, además de que, al no ejercer la ley, se promueve que otras personas intenten delinquir, una situación en la que pierden personas con vulnerabilidad.
Gabriela intenta pre venir a los propietarios para que tengan en regla el pago del predial, así como el de otros servicios, a modo de que puedan proteger su patrimonio, además, de no dejarse intimidar por personas que pretenden comprar sus casas o ingresar con la finalidad de “protegerlos”.
Nota publicada en La Prensa