La mitad de las purificadoras en CDMX son patito y venden agua contaminada

Alrededor de mil 500 purificadoras de agua operan de manera irregular y sin cumplir las normas de calidad e higiene en la Ciudad de México, reveló el director general de la Agencia de Protección Sanitaria (Agepsa), Ángel González Domínguez.

De junio a la fecha, la agencia sanitaria incrementó el número de verificaciones a estos negocios pues repuntaron las denuncias por casos de enfermedades estomacales en ciudadanos que bebieron agua de purificadoras. Hasta ayer, la Agepsa verificó 82 locales y clausuró 46 tras encontrar bacterias y materia fecal en el agua.

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El director general de la agencia sanitaria informó que la mayoría de establecimientos no realizan el análisis microbiológico que avala el buen estado del agua, reutilizan el jabón para lavar los garrafones, hay falta de higiene por parte de trabajadores y no cuentan con filtros y equipamiento adecuado para realizar el proceso de purificación.

La falta o nula atención a los procesos sanitarios ponen en alto riesgo a los ciudadanos, quienes pueden enfermarse de gastroenteritis infecciosa con beber sólo medio litro de agua contaminada a las seis o 12 horas posteriores. En algunos casos puede generar deshidratación por el vómito y diarrea y requerir atención médica más estricta.

“Muestreos del agua que sale, que entregan al público, se llevan al laboratorio y se comprueba que no tenga patógenos. Encontramos muchas purificadoras con patógenos, contaminados particularmente con microorganismos que están en la materia fecal. Hay un mal manejo del agua.

“Todos los años en la temporada de calor hay un aumento en el consumo de líquidos y alimentos, y por la temperatura son propensos a contaminarse o a generar enfermedades. Esta actividad la realizamos durante todo el año. Este año han aumentado el número de denuncias (82) por la calidad del agua que se expende en purificadoras”, señaló.

Durante un recorrido de verificación en la colonia Roma Norte, en la alcaldía Cuauhtémoc, González señaló que en la capital mil 600 purificadoras están inscritas al Programa de Aviso de Funcionamiento, pero alrededor de mil 500 más operan ilegalmente, que “son las de mayor riesgo”.

“La Agencia de Protección Sanitaria tiene un registro de todas las purificadoras que se dan de alta a través del Programa de Aviso de Funcionamiento, ahí tenemos alrededor de mil 600; sin embargo, tenemos un estimado que no se dan de alta y por lo tanto no se tiene registro de mil o mil 500 más. Son las de mayor riesgo”, alertó.

Ayer dos establecimientos fueron clausurados por no contar con los análisis microbiológicos y tener equipamiento de purificación inadecuado, que es indispensable ya que el agua puede venir contaminada desde su origen, del lugar en donde se llenan las pipas que abastecen las purificadoras.

En los operativos sanitarios, los verificadores han encontrado materia orgánica, suciedad y animales en las cisternas de purificadoras de la ciudad, además de que algunas no cuentan con tapa que impida que se contamine con el ambiente.

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“La contaminación por materia fecal se da en cualquiera de los pasos, desde el origen, en donde fue tomada esa agua, si viene por pipa, de dónde es, en qué condiciones de higiene está, en sus depósitos cisterna, que el proceso de flujo sea ineficiente, el filtrado por la ozonificación, o en el proceso de entrega, que esté en contacto con manos, aliento y cabello”, explicó el director.

Sanciones

Cada tres meses, las purificadoras tienen que hacer un análisis microbiológico para coliformes totales y fecales al agua que ofertan en alguno de los 26 laboratorios públicos o privados autorizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), con el fin de verificar que no esté contaminada.

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Todas las purificadoras en la Ciudad de México deben exhibir el documento de funcionamiento que otorga la Cofepris, que obliga a cumplir las normas sanitaria. Aquellas que incumplan con los lineamientos pueden recibir una amonestación o apercibimiento por parte de la Agencia de Protección Sanitaria, y en caso de un riesgo alto a la población, como detección de materia fecal en el agua, pueden ser clausuradas.

Los negocios que la autoridad suspenda pueden volver a operar si atienden las observaciones, las cuales son avaladas por funcionarios de la Agepsa en una nueva verificación. Ángel González señaló que 80 por ciento de los establecimientos sancionados o clausurados se normaliza y vuelve a operar.