Una persona privada de su libertad, por temor, tiene pocas o nulas formas de denunciar lo que sucede dentro de un penal como el de Santa Martha Acatitla, pero Denisse, quien estuvo interna en este lugar durante 10 años 11 meses, narra que durante su estadía en prisión enfrentó abusos de los custodios, y ahora a la distancia lo puede denunciar.
En entrevista con El Sol de México se le preguntó a qué tipo de abusos se refería, y respondió: “Pues existen varios, desde abusos psicológicos, físicos, maltratos, eso es día a día dentro de prisión”.
Denisse se considera una mujer afortunada porque estudió la licenciatura en Derecho durante cinco años dentro del reclusorio femenil, y por ahora, ya en libertad, se prepara para presentar su examen profesional y con ello obtener su cédula. Esta es parte de la entrevista:
-¿Cómo son esos abusos físicos?
Por parte de las autoridades de seguridad y custodia, porque si bien es cierto hay personas que te impulsan, a mí en el centro escolar me impulsaron a seguir adelante, pero no así seguridad y custodia, era de quien tenía que esconder mis expedientes... Una vez me confiscaron un ejemplar del Código Penal, porque debía tener un memorándum para ello, entonces es irrisorio que no pudiera tener libros o expedientes porque estaba prohibido por ellos.
-¿Qué tipo de daño psicológico les provocan?
Pues en su mayoría los elementos de seguridad y custodia tienden, hay muchísimos casos que les sembraron droga por contestarles mal, o por no acceder a diversos sobornos eres castigada, eres enviada a un lugar de castigo, en su mayoría son ese tipo de abusos que se viven dentro.
-Me platicaron las personas que entrevisté que les dejan tener televisión, su propia comida, que les dejan tener una estufita eléctrica, una mesa, incluso cosas personales.
Sí, esto es en virtud de que el centro no puede abastecer a todas las internas, la mayoría, bueno únicamente a las que van ingresando se les da shampoo, toalla, y los elementos personales, sin embargo, en su mayoría tienen que hacerse responsables de sí mismas, autoemplearse, esto de tener televisión es por un estimulo, los estímulos de venta también se manejan, pero el estímulo es porque ya estuviste en ciertas áreas, llevaste un tipo de tratamiento, estás dentro de las diversas actividades que se dan dentro de prisión.
¿Qué esperas que se deba cambiar dentro de Santa Martha?
La manera en que es llevado ese centro, bueno ahorita hay un cambio de administración, ojalá y eso les beneficie a las internas: el hecho de no tener agua a veces por días es una tortura psicológica, sobre todo porque el lugar es de hacinamiento, donde viven cinco o hasta seis personas en un dormitorio, hay dormitorios que tienen hasta 13 personas en un espacio de cuatro por cuatro, donde sólo es un baño, y el agua llega a las 6 de la mañana y la quitan a las ocho y nuevamente llega en la tarde, como de cinco a seis.
Denisse fue sentenciada a 20 años de cárcel por el delito de intento de homicidio tras pelearse físicamente con otra mujer a sus 19 años de edad, y cuando ya entendía más de leyes inició a estudiar su expediente y se dio cuenta que la perito de la Procuraduría General de Justicia local que veía su caso no tenía ni cédula profesional y mucho menos había finalizado la carrera.
A los 10 años y 11 meses de cárcel obtuvo el beneficio de salir de prisión y hoy más que nunca sabe la necesidad de ayudar a mujeres inocentes que conoció, como lo hace con dos internas del Santa Martha.
“Espero pueda mejorarse el acceso a la justicia de las mujeres, existen muchas leyes que de hacerse valer, sin embargo, de facto no son aplicadas, deberían aplicarse y hacerse más leyes en mejoras, en servicio, en igualdad de género y juzgarse con perspectiva de género”, manifiesta. la pasante de derecho.
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