Sepan cuántos… Que en esta México el asiento, siendo las 12.03 horas del viernes 6 de octubre de 2017, el Instituto Electoral de la Ciudad de México dio el banderazo de arranque al proceso electoral de la capital del país y cuyos comicios serán el 1 de julio de 2018: Así sea…
Pues eso, que ya está la maquinaria echada a andar y gallos, gallones y pollitos de partido e independientes habrán de desgarrarse el plumaje para llegar a la silla más preciada de la Ciudad de México, en donde habrán de gobernar a algo así como 10 millones de mexicanos al grito de guerra, quienes están más puestos que un calcetín para decir “sí” o “no” a las propuestas de los candidatos…
Porque hay que saber que en este alto valle metafísico no todo el monte es de orégano y, por lo mismo, hay estrellas, estrellitas y asteroides de la política que tendrán que vérselas con la indignación, el enojo, la frustración y las ganas de pelea de muchos habitantes aquí…
Así que ese primero de julio del año que entra, podrán ir a las aproximadamente 12.624 casillas, siete millones 490,189 votantes, según el padrón electoral, para escoger a 16 alcaldes; 66 diputados al Congreso de la Ciudad de México (33 por mayoría relativa en cada uno de los distritos electorales y 33 electos por el principio de representación proporcional mediante un sistema de listas). Todo esto en una superficie de 1,495 Km2 y a una altura de 2,240 metros sobre el nivel del mar, en donde la vida es más sabrosa.
Y por estos días cada uno de los 10 partidos políticos oficialmente registrados decidirá el método de elección de sus candidatos para gobernar en la Ciudad de México…
Aunque de cierto se sabe que el partido Movimiento de Regeneración Nacional, alias Morena, ha lanzado su cuarto a espadas y anunció que su candidata es Claudia Sheinbaum quien ha sido delegada de Tlalpan, y ‘electa a la candidatura’ mediante un proceso de consultas internas que “le favorecieron”… y cuyo anuncio público ocurrió el 28 de agosto y al que no asistió otro de los suspirantes: Ricardo Monreal, con lo que se presagió tormenta interna… como es que fue…
Mas de pronto apareció el Frente Ciudadano por México (antes Frente Democrático Nacional), integrado por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), una organización que busca posicionarse en al menos nueve entidades del país –incluida la Ciudad de México- y ganar las elecciones de 2018, dice.
Este Frente quiere aguar la fiesta de Morena y del PRI, porque para eso nació, y nombrará a su candidato local. El problema es saber si será melón o será sandía o será la vieja del otro día, porque para que se pongan de acuerdo en quién será el salvador del ex-DF va a estar en chino-chino-japonés…
Por lo pronto a la señora Sheinbaum le va mal. Triste historia. Es que ocurrió el sismo del 19 de septiembre en CdMx, lo que afectó a edificios que tenían permisos de construcción provenientes ‘de quién sabe dónde y quién sabe cómo’, y sin ninguna supervisión de construcción, como ocurrió en el caso del Colegio Rébsamen que causó tragedia grande.
Esto tiene que ser tomado muy en serio porque es dolor humano, y es en la delegación Tlalpan en donde radica el gran problema de los permisos y supervisiones del Rébsamen.
Este golpe a la candidatura de la señora Sheinbaum lo festejan ya sus partidos opositores, como el mismo Frente (PAN-PRD-MC) como también el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ya que antes del esa fecha fatal todo indicaba que Morena llevaba las de ganar en una pelea de máscara contra cabellera a tres rounds sin límite de tiempo.
Pero de pronto la capital de México se viste de sorpresas inenarrables: Apareció una figura insospechada… una figura inimaginable… una figura que nunca se hubiera pensado:
Antes, el 17 de octubre, de forma repentina, la señora Mariana Moguel Robles –hija de Julio Moguel, ilustre, y de Rosario Robles Berlanga, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano que es– renunció “con carácter de irrevocable, al cargo como presidenta del PRI de la Ciudad de México”. Duró ahí un año y ocho meses…
En seguidita, el 18 de octubre, se dio a conocer a los habitantes de esta ciudad adolorida que el exgobernador del Estado de México, examigo incondicional del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y ferviente defensor del mismo, aspirante a sacrificarse por la patria como presidente de México, sería presidente, pero del PRI-CdMx, y provisional:
Ni más, ni menos que el señor Eruviel Ávila Villegas de 48 años de edad y oriundo de Ecatepec, Estado de México, quien gobernó a esa entidad de 2011 a 2017.
¡Quién lo iba a decir! El súper gobernador; uno de los priistas con mayor intención favorable de voto para la contienda presidencial de 2018; el apoyador de la causa priista que llevó a que ganara el candidato presidencial en las elecciones pasadas y a quien se acusa de haber hecho todo –sí, todo- para que ganara Alfredo del Mazo Maza en unas elecciones que nadie supo-nadie sabe-nadie sabrá cómo consiguieron que un candidato inhóspito –ejem–, ganara ahí.
Pero todavía más: según sus analistas, con este cargo pírrico, lo menosprecian, lo retiran de la pasarela presidencial y le dan un bajón de extraña catadura.
Y ya le aparecen todos los defectos del mundo, esos que pocos le decían cuando era gobernador, por ejemplo:
‘Un representante del populismo en el Edomex; durante cuyo gobierno asestó a los mexiquenses un transporte público caro y malo’, además de que ‘el Edomex tiene más extorsiones, más robos de vehículo, más homicidios y más robos a negocio que los que tuvieron en su momento los sexenios de César Camacho, Arturo Montiel…’
Pues este es el presidente de un partido político que está muy rezagado en las preferencias capitalinas; que dice que viene a todo en contra del PRD y Morena. Que viene con el ánimo triunfador y que –dice– ganará la Ciudad de México para el PRI… ¿Será? ¿Hará lo mismo que hizo en el Edomex para hacer ganar a Del Mazo?... He ahí la incógnita…
Los habitantes de la Ciudad de México son otra cosa: muy politizados y muy dados a la izquierda.
Pero luego de todo lo que ha pasado: del mal gobierno de Miguel Ángel Mancera que deja una ciudad que es chinampa en un lago escondido hecha un desastre y cuyo gobierno fue recaudatorio y quien se ha pasado los años-meses-días haciendo su campaña porque quiere ser presidente de México, y luego del sismo del 19-S: pues acá todos andan como agua para chocolate…
Así que “ya comienza la pelea, las apuestas ya gastadas, las navajas amarradas…”: Y es apenas el principio de la locura electoral capitalina con rumbo a 2018… Ya veremos. Ya platicaremos.
Los habitantes de la Ciudad de México son otra cosa: muy politizados y muy dados a la izquierda.
¡Quién lo iba a decir! El súper gobernador; uno de los priistas con mayor intención favorable de voto para la contienda presidencial de 2018; el apoyador de la causa priista que llevó a que ganara el candidato presidencial en las elecciones pasadas y a quien se acusa de haber hecho todo –sí, todo- para que ganara Alfredo del Mazo Maza en unas elecciones que nadie supo-nadie sabe-nadie