Linchamientos en la CDMX, sin castigo

La policía intervino para evitarlos y sólo en un caso hubo pobladores detenidos por agredir a uniformados

Manuel Cosme | El Sol de México

  · sábado 16 de julio de 2022

Vecinos de San Miguel Topilejo intentaron en mayo pasado linchar a dos hombres que supuestamente robaron unos juegos mecánicos / Cortesía | CUARTOSCURO

Policías capitalinos intervinieron en al menos 27 ocasiones para evitar que vecinos se hicieran justicia por su propia mano y lincharan principalmente a ladrones y uno que otro extorsionador, quienes fueron remitidos ante el Ministerio Público. Sólo en un caso autoridades detuvieron a ciudadanos que participaron en esos hechos violentos.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que esas detenciones ciudadanas -como llama a las agresiones a presuntos delincuentes- ocurrieron de enero a junio de este año.

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El 4 de mayo pasado ocurrió el caso más relevante, ya que personal de la SSC intervino para evitar que pobladores de San Miguel Topilejo, en la alcaldía Tlalpan, ajusticiaran a dos hombres, a quienes acusaron de intento de robo de unos juegos mecánicos.

Los pobladores prefirieron hacerse justicia por propia mano que entregar a los presuntos asaltantes a la policía y eso detonó un enfrentamiento que dejó un saldo de al menos cinco oficiales heridos de gravedad, patrullas con daños y la detención de ocho habitantes de Topilejo.

Tras lo anterior, los vecinos de ese poblado rural cerraron la carretera México-Cuernavaca para demandar la liberación de los detenidos y denunciaron que la irrupción de la policía fue violenta.

En ese sitio, el pasado 5 de abril hubo otra detención ciudadana. En esa ocasión dos hombres fueron retenidos y golpeados por vecinos, ya que armados con cuchillos presuntamente habían asaltado a un vecino.

Otra detención ciudadana relevante fue la que hicieron los feligreses de una iglesia en la colonia Los Reyes Coyoacán, alcaldía Coyoacán, cuando retuvieron a una mujer que acudió al templo para extorsionar al párroco con imágenes de la vida personal del religioso.

Foto: José Melton | La Prensa

Iztapalapa, Tlalpan e Iztacalco son la alcaldías que más intentos de linchamiento registran con cuatro cada una; le sigue Coyoacán con tres, luego están la Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Tláhuac y Xochimilco con dos respectivamente; y cierran la cuenta con un caso Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Milpa Alta.

Las demarcaciones sin casos de este tipo registrados son Benito Juárez, Cuauhtémoc, Magdalena Contreras y Cuajimalpa.

Al respecto, Martí Batres, secretario de Gobierno de la Ciudad de México, explicó que frente a esos casos la autoridad interviene con un doble objetivo, por un lado, evitar que los vecinos se hagan justicia por su propia mano y también investigar si la persona, a la que querían linchar, cometió algún tipo de abuso o ilícito.

Sobre el hecho de que los intentos de linchamiento no hayan ocurrido en alcaldías centrales, el funcionario reconoció que es necesario atender esas problemáticas y señaló que afortunadamente la autoridad ha intervenido para evitarlos.

Aseguró que hay linchadores detenidos y que hay que ver las dos partes, porque “no se puede permitir que haya linchamientos, porque no puede haber justicia por propia mano, o por el otro lado, también hay que analizar las razones por las cuales un pueblo se indigna, se levanta ante una circunstancia para que la autoridad pueda responder a las exigencias del pueblo”, planteó Batres Guadarrama.

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A su vez, Salvador Guerrero, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México, habló sobre el hecho de que los intentos de linchamiento no tengan lugar en alcaldías centrales y es que, opinó, en la medida que hay más comunidades rurales, más dispersas y eventualmente más alejada de la posibilidad de reinserción económica, social y educativa, en esa medida puede crecer más la impresión de que es legítimo hacerse justicia por propia mano.

Consideró que si no hay detenidos por estos intentos de linchamiento es porque las autoridades hacen una valoración de la situación y puede ser el caso de que no haya suficiente evidencia y capacidad de perseguir “y se presenta como una especie de disposición a la tolerancia, puede haber muchas variantes”.