Lluvia no limpia la contaminación, dejemos de rezar y exijamos políticas públicas: Greenpeace

El efecto de "escoba barredora de la lluvia" aplica para contaminantes como el ozono o las partículas PM10, pero no necesariamente para partículas menores a 2.5 micras

El Sol de México Online

  · jueves 16 de mayo de 2019

Foto Cuartoscuro

Greenpeace consideró que es falso que la lluvia vaya a limpiar la contaminación e hizo un llamado a los ciudadanos a empezar a exigir a las autoridades políticas públicas para resolver el problema de raíz, en lugar a "rezar" para que llueva.

"Nada más falso que decir que las lluvias 'limpiarán' la contaminación del aire que afecta a nuestras ciudades. La presencia de Tláloc en estos días podría ayudarnos a librar la contingencia ambiental que vivimos en distintas partes del país, pero esto no quiere decir que la contaminación vaya a desaparecer", señala la ONG.

Explica que el aire que trae consigo las lluvias, ayuda a diluir las partículas contaminantes o "barrerlas" fuera de la ciudad, sin embargo, aclara que "no las desaparece".

Un claro ejemplo es lo ocurrido este miércoles 15 de mayo, pese a las fuertes lluvias registradas en la Ciudad de México, las autoridades han mantenido la contingencia ambiental, las clases en todos los niveles continúan suspendidas, el juego de futbol de América-León, se cambió de sede a Querétaro, que dicho sea de paso, también amaneció con contingencia.

Greenpeace señala que lo que hace la lluvia es fijar las partículas al suelo, lo que nos hace percibir un ambiente más limpio, sin que necesariamente lo sea. Y por si fuera poco, esa lluvia se convierte en lluvia ácida que tiene graves efectos en los monumentos históricos, la tierra, etcétera.

El efecto de "escoba barredora de la lluvia" aplica para contaminantes como el ozono o las partículas menores a 10 micras (PM10), pero no necesariamente para partículas menores a 2.5 micras (PM 2.5) que han sido las causantes de la contingencia ambiental extraordinaria en la Zona Metropolitana del Valle de México.

"Es momento de que los gobiernos apuesten por un cambio en las formas de movilidad, ofreciendo más y mejor transporte público no contaminante y que como sociedad pongamos también de nuestra parte porque, aunque nos duela reconocerlo, la quema de combustibles fósiles como la gasolina que usan nuestros autos, sin importar el holograma, son la principal fuente de contaminación", concluye.