La policía de la Ciudad de México arañó el saldo blanco en la marcha de un grupo de 60 anarquistas con motivo de los 52 años de la masacre de Tlatelolco. Los manifestantes salieron de la Plaza de las Tres Culturas rumbo al Zócalo, pero fueron contenidos por un cerco de mil 200 policías sobre el Eje Central, entre Tacuba y República de Cuba, lo que generó un leve enfrentamiento que no pasó a mayores.
El Gobierno de la Ciudad de México ya tenía listo un protocolo de seguridad para contener a los manifestantes y resguardar mobiliario, negocios y establecimientos mercantiles de la zona.
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La estrategia fue controlar su avance mediante un cerco policial y un encapsulamiento y fue así como se impidió el paso de jóvenes, autodenominados anarquistas, que fueron detenidos a la altura del Palacio de Bellas Artes.
Durante 40 minutos el grupo de aproximadamente 60 anarquistas estuvo encapsulado, a la par que a través de la Brigada Marabunta, personal de Derechos Humanos y los chalecos naranjas de la Secretaría de Gobierno se negociaba para un regreso pacífico a la Plaza de las Tres Culturas, el cual se rompió de manera unilateral por los manifestantes.
Para liberar el cerco, los manifestantes entregaron algunas bombas molotov y palos con picos, según confirmó a El Sol de México el subsecretario de Gobierno, Arturo Medina. Sin embargo, durante el trayecto de regreso a la Plaza de las Tres Culturas, en la esquina de Eje Central y Ricardo Flores Magón los anarquistas iniciaron una agresión con piedras, bombas molotov y cohetones.
L manifestantes lanzaron cocteles molotov y petardos y agredieron con martillos a los agentes, que como representaban un número superior, unos mil 200, lograron contenerlos y de hecho hubo un diálogo para que regresaran al mitin en Tlatelolco que no dio resultado.
El objetivo de los agentes era cortar el paso de los manifestantes para evitar una potencial confrontación con un grupo conservador de manifestantes que está apostado en el Zócalo desde hace una semana.
Los policías -que resultaron ser cerca de dos mil- aguantaron la agresión y no respondieron. Los manifestantes, luego de alejarse de la zona del enfrentamiento agredieron a un joven presuntamente por ser un porro, por lo que tuvo que ser rescatado por personal de Derechos Humanos y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
Luego del enfrentamiento el subsecretario Medina Padilla lamentó que la marcha no se lograra con saldo blanco por el rompimiento del acuerdo para un regreso pacífico, pero destacó el trabajo conjunto que se hizo con Marabunta y Derechos Humanos para dialogar con los jóvenes y convencerlos de entregar parte de las bombas molotov y palos que llevaban.
Con información de EFE