Ante la reactivación de la vida pública, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) sugirió a los gobiernos federal y estatales priorizar la peatonalización de calles y construcción de ciclovías como medidas para garantizar la sana distancia, no saturar el transporte público y sobre todo no colapsar las calles con el uso desmedido del automóvil.
A las malas condiciones y saturación del transporte público, condiciones que merman la calidad de vida de los usuarios, se sumará en la nueva normalidad el riesgo de contagio en el Metro, el Metrobús o los autobuses de transporte concesionado que suelen ir abarrotados en horas pico.
Por ello el centro de investigación planteó a los gobiernos estatales estrategias de corto, mediano y largo plazo “que garanticen traslados seguros para la población sin dar pasos atrás en la construcción de ecosistemas de movilidad eficiente y menos dependientes del automóvil particular”.
Entre las sugerencias que lanzó el IMCO destaca la habilitación de más calles de tránsito peatonal –como Madero, en el Centro Histórico- y la construcción de más ciclovías “para cumplir con las indicaciones de sana distancia. Aunque inicialmente esto puede hacerse de manera temporal, es necesario definir planes para construir infraestructura permanente”.
De hecho, el gobierno capitalino anunció que habilitará ciclovías temporales para evitar viajes en el transporte público. Versiones extraoficiales señalan que se habilitarán dos ciclovías de largo aliento, una en Insurgentes, de Indios Verdes a El Caminero, corriendo en paralelo a la Línea 1 del Metrobús, y otra paralela a la Línea 2 del Metrobús, de Tepalcates a Tacubaya, que se interconectarían con la red actual de ciclovías.
Otras de las propuestas son incrementar el número de carriles exclusivos para unidades de transporte público y “monitorear los niveles de actividad de los traslados de la población en periodos de tiempo cortos (mínimo semanales) para verificar el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social y del regreso escalonado de las actividades”.
También identificar las zonas con mayor concentración laboral, en las que se enfoquen los esfuerzos de vigilancia o de medidas más exhaustivas para evitar contagios en zonas conurbadas; alinear la reactivación de las actividades en las empresas y escuelas a un plan para regresar de forma escalonada y horarios diferenciados en centros laborales “de tal manera que se reduzca la demanda simultánea de transporte”.
“La estrategia debe contar con un cambio radical en el gasto público para priorizar el transporte colectivo y medios de transporte sustentables sobre el automóvil particular, ya que la inversión en transporte público y no motorizado es sumamente escasa en la actualidad. En 2017, a nivel nacional, solo se destinó el 17% del total del presupuesto de movilidad a proyectos que contemplaron el transporte público e infraestructura ciclista”, subrayó el IMCO.
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