En los últimos meses las fallas en los trenes del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, han sido el pan de cada día, provocando retrasos y saturación, además de molestia en los usuarios que ven este transporte como la única forma de trasladarse de forma económica.
Las redes sociales han documentado como el material rodante (así se le conoce a los trenes en los talleres del Metro) se incendian, se queda detenidos entre estaciones, avanzan con las puertas abiertas o simplemente ya no prestan servicio y tienen que desalojarlos mientras lo llevan a repararlos.
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El pasado 04 de septiembre el Metro cumplió 52 años y el gobierno capitalino lo ha celebrado con el anuncio de la rehabilitación completa de la línea 1, además de la compra de 29 trenes. Sin embargo, el problema es más profundo y es que el Metro se está haciendo obsoleto y eso es por la falta de mantenimiento al material rodante.
¿Cuales son los tipos de mantenimiento que reciben los trenes?
Los técnicos del STC realizan cuatro tipos de mantenimiento a los trenes:
Fallas o averías: los trenes entran a taller cuando presentan desperfectos durante sus recorridos
Mantenimiento sistemático: los trenes entran al taller cada mes más o menos a los 10 o 12 mil kilómetros recorridos.
Mantenimiento cíclico: este se realiza en periodos que van desde los 6, 9, 12, 30 y 36 meses, dependiendo de los componentes que necesiten cambio, ya sean electrónicos, mecánicos y/o neumáticos.
La Revisión General programada (RG-pr): los trenes son desarmados completamente, para sustituir las piezas desgastadas o los equipos que ya no funcionen. Este mantenimiento se debe realizar cuando los trenes han recorrido 500 mil kilómetros.
Trenes detenidos en talleres
A través de una solicitud de información realizada por medio de la Plataforma Nacional de Transparencia, se pudo constatar que hasta el pasado 06 de junio de este año, en los talleres del metro, había 96 trenes en la espera de mantenimiento y refacciones.
A pesar de los proyectos que el gobierno de Claudia Sheinbaum está llevando a cabo en el Metro, el servicio es rebasado día con día, la inversión no es la suficiente y tanto líderes sindicales como trabajadores han exigido mejores herramientas y la compra de refacciones.
Los ciudadanos están documentando las fallas a través de redes sociales, pues son ellos los más perjudicados y los que corren más riego al subirse a un tren.
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