Ante la creciente preocupación de los chilangos por los microsismos registrados en las últimas horas, el doctor Delfino Hernández Láscares, investigador del Departamento de Biología de la UAM, señaló que aunque estos fenómenos son normales, se recomienda dar mantenimiento preventivo a los complejos habitacionales.
“El problema es que muchos edificios con casi un siglo de vida no tienen medidas correctivas ni visto bueno de seguridad y operación, ni constancia estructural, es decir, no tienen condiciones para soportar estos sismos”, explicó.
“De acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, todas las unidades habitacionales, del tipo que sean, están obligadas a tener programa interno de protección, pero sólo dos por ciento cuenta con él y no están cumpliendo con la ley”, agregó.
Otra recomendación es que no se intervengan paredes en casas y departamentos sin hacer un estudio previo, que no se toque su estructura para poner ventanas o ampliar los espacios, pues se desconoce si esto puede generar un daño a nivel estructural.
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“Hay mucho que la población debe aprender y hacer. Debemos tener un estilo de vida que contemple este tipo de eventos naturales y tener una educación para saber qué tenemos que hacer antes, durante y después de los movimientos telúricos de cualquier magnitud”, indicó.
Hernández Láscares explicó que la capital se asienta sobre la Cuenca de México, una región que une cuatro valles en el centro del país y que está atravesada por un eje Neovolcánico, una cordillera rocosa que conecta la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre Oriental.
“Nos encontramos sobre una estructura geológica volcánica que atraviesa todo el país, desde el volcán de Colima hasta el Cofre de Perote. Esta actividad volcánica ha ocurrido en distintas etapas durante los últimos 800 mil años, incluyendo volcanes como el Ceboruco, el Paricutín, el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba”, señaló.
El experto destacó que la actividad volcánica puede generar rupturas en la corteza terrestre, lo que resulta en movimientos telúricos de baja intensidad que, aunque no son peligrosos, pueden ser percibidos por la población en áreas cercanas.
“Debajo de las 16 alcaldías de la Ciudad de México se encuentra esta estructura geológica, pero en colonias como Narvarte y Roma, la capa de suelo es muy delgada, con apenas 15 o 20 metros, lo que lo hace más susceptible a estos movimientos”, dijo.
Entre las 00:39 y las 14:31 horas se han registrado nueve microsismos en la capital, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Según el SSN, seis movimientos tuvieron epicentro en la alcaldía Miguel Hidalgo; dos en Benito Juárez, y uno en Álvaro Obregón.
Al menos dos de los movimientos fueron percibidos por los capitalinos, quienes mostraron su preocupación por su intensidad.
