"No podemos mantenernos meses y meses en el semáforo rojo”. Con esa frase la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, defendió su plan de transición gradual hacia la fase naranja de la emergencia sanitaria, el cual presentó este viernes pese a que la capital no cumple todavía con las condicionantes establecidas en el semáforo epidemiológico para cambiar de color, que son: sumar dos semanas con tendencia a la baja en los contagios y tener una ocupación hospitalaria menor al 65 por ciento. Hoy ese número se ubica en 68 por ciento, lo que quiere decir que estamos en semáforo rojo.
Cuestionada al respecto en videoconferencia, la mandataria capitalina negó que se relaje el confinamiento en aras de la reactivación económica.
También informó que el City Banamex convertido en Centro Covid se le agregarán 328 camas y si se suman las 234 que ya tiene, contará con 562 espacios. Se preguntó a Sheinbaum si no estaba forzando de esta manera la disminución de la demanda hospitalaria, a lo que respondió que sólo era para reforzar la atención por si se requería.
ASÍ SERÁ LA REAPERTURA
El plan de transición hacia el semáforo naranja arranca este lunes 15, día en el que se terminará el Hoy No Circula extendido a todos los hologramas y se reabrirán las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo que se cerraron con el objetivo de agilizar el paso de trenes y con ello evitar aglomeraciones en las estaciones con mayor afluencia de pasajeros.
Para el martes se reactivará la industria manufacturera, que significará el regreso de 340 mil empleados; para el jueves 18 de junio se reactiva el comercio de barrio; el viernes 19 de junio los servicios profesionales, científicos y técnicos vinculados con las industrias.
“Será una semana de transición ordenada y de preparación hacia el semáforo naranja. Si nos mantenemos en niveles aceptables de contagios y ocupación hospitalaria, podremos pasar al color naranja en la semana del 22 al 28 de junio”, se lee en el documento presentado por la jefa de Gobierno.
Se plantea que el 22 de junio reabran mercados y tianguis; el 23 se reactivaría el comercio en el Centro Histórico; el 24 se abrirían hoteles con 30 por ciento de su capacidad y restaurantes con 40 por ciento; el 25 de junio se sumarían centros comerciales y tiendas departamentales a un 30 por ciento de su aforo y el 28 de junio los servicios religiosos con un 50 por ciento. Es decir, la capital estaría formalmente en semáforo naranja.
En todo momento el uso de cubrebocas será obligatorio, así como mantener una distancia física de 1.5 metros del resto de las personas,
REGLAS EN EMPRESAS
La presentación del plan incluyó reglas que toda actividad económica deberá acatar sea cual sea el color del semáforo.
Estas son: usar equipo de protección personal compuesto de cubrebocas, careta o lentes de seguridad en la vía pública y al ingresar a inmuebles y negocios.
Utilizar la ventilación natural; se deberán colocar señaléticas para indicar flujos de entrada y salida del establecimiento e inmuebles, filas de espera y asientos cancelados.
Además, el escalonamiento de los horarios y días laborales por actividad económica; facilitar a la población vulnerable permanecer en casa, no trabajar presencialmente y gozar de sus derechos laborales. Se deberán instalar filtros sanitarios para la identificación de síntomas.
También que las empresas de 30 personas o más deberán realizar pruebas semanales equivalentes al 5 por ciento de sus espacios, cuyos resultados deberán ser notificados a Locatel, y la última es que en caso de que una persona presente síntoma deberá aislarse 14 días junto con sus contactos directos en el trabajo.