Nunca creyó en la marcha del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres pero este 2019 recordó que a sus 8 años fue violada por su primo por lo que hizo conciencia de que la violencia contra las mujeres en el país es incalculable por lo que decidió salir a gritar “Ya basta”, platicó, Yoselin Dávila, alumna de la Prepa 8 de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Cuando era chica sufrí abuso por parte de mi primo, me hice consciente que la problemática en el país está muy dura y creo que es necesario hacer un cambio y qué mejor que nosotras unidas y todas juntas podemos lograr un cambio”, expresó frente al Ángel de Independencia, donde aún se leen las exigencias de justicia pintadas previo a la manifestación.
“Ojalá así nos cuidaran a nosotras, culeras”, gritó una de las manifestantes estirando su cuello y dirigiéndose a un grupo de las 2 mil 500 mujeres policías que las siguieron durante toda la marcha. Atrás había alrededor de 3 mil mujeres (según la cifra oficial del gobierno de la Ciudad de México) entre adolescentes y madres de víctimas de feminicidio pero entre estas también estaban aquellas que sólo por ser del mismo género se unieron a la marcha.
“Queremos un país feminista”, “un país sin violencia de género”, “ni una más, ni una más ni una asesinada más”, exclamaron en unísono pues según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, 10 mujeres al día son víctimas de feminicidio.
Mientras la marcha avanzaba por Reforma había un grupo de mujeres vestidas de color negro, con el rostro tpado donde sólo dejaban al descubierto los ojos, unas cargaban con aerosol para pintar el piso, los monumentos como el de Hemiciclo a Juárez, otras cargaban un martillo para destruir las estaciones del Metrobús de la Línea 7 como La Palma, Hamburgo y París.
Además esta forma de manifestarse en forma de agresión llegó a reporteros, camarógrafos y fotógrafos, entre ellos un periodista de Récord que recibió distintos toques en su pierna que lo dejaron inmóvil y otro más de Reforma al que le aventaron cloro contra su ropa.
En el escenario montado frente a Palacio Nacional, la casa del presidente mexicano gritaban: “Y tiemblen, y tiemblen y tiemblen los machistas que América Latina será toda feminista”.
Alrededor de los edificios del gobierno capitalino y de la federación estaba rodeado de mujeres policías de la ciudad resguardando las instalaciones apoyadas de escudos y cascos como lo hicieron durante toda la manifestación.
“Exijo justicia a Olga Sánchez Cordero, justicia, justicia” , en modo de desesperación manifestó Luz María a todas las violencias que están viviendo las mujeres.
Ahí también estaba María Carreón, reclamó que su hermana fue asesinada por su entonces pareja José Ramón y lo encontraron con el cuerpo y a pesar de ello lo procesaron por narcomenudeo y actualmente está libre. “La Fiscalía del Estado de México no puede actuar de esta manera tan estúpida”, exclamó.
“Abajo el patriarcado que va a caer que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer que va a vencer”, en modo de baile y canto, mujeres estudiantes de Prepa 8 de la Universidad Nacional Autónoma de México se unieron a la marcha.
Otra vez participaron funcionarios públicos como cinturón de paz, está ocasión fueron 2 mil mujeres quienes usaron playeras blancas. “Policía hermana vete a la chingada”, gritaban en repetidas ocasiones a los elementos de seguridad pública que lograron en ocasiones obstruir la destrucción de algunas estaciones como la del Caballito.
Al filo de las 20:00 horas, en el Zócalo formaron cruces por aquellas mujeres asesinadas. Y en Bellas Artes, familiares de víctimas de feminicidio depositaron sus velas en honor a sus hijas que les arrebataron.