La Fundación para Ancianos Concepción Béistegui de la Ciudad de México escondió los contagios de Covid-19, pues desde el 9 de mayo les comunicaron a los familiares vía correo electrónico que había un residente con síntomas, pero los primeros en contagiarse fueron los trabajadores de lugar, al menos hay dos muertos y 19 abuelos internados con estado de salud grave, información que obtuvo El Sol de México de una enfermera y familiares del lugar.
María, nombre ficticio para evitar su despido, lleva casi tres años siendo enfermera en este asilo y tiene Covid-19. El 17 de mayo tuvo que realizarse la prueba en Salud Digna, un laboratorio privado, pero desde el día 14 ya no podía ni levantarse.
Recordó que antes de que sintiera los primeros síntomas sus compañeras ya no estaban acudiendo a trabajar desde antes del 9 de mayo, pero sólo les decían que estaban enfermas sin informarles de qué y menos sobre si iniciaron un protocolo de aislamiento.
“Yo me puse mal, tenía síntomas pero no sabía si era de Covid pero había perdido mi gusto y mi olfato y cuando busco por internet pues eran los síntomas y por eso fui a realizarme la prueba (ésta le costó mil 300 pesos). Ya había muchas personas con Covid-19, pero no sabíamos quienes porque todo se manejó en privado, más que el director y los encargados sabían”, platicó.
Ayer todo fue más claro cuando se encontraron para realizarse la prueba de Covid-19 en el asilo, incluso María a pesar que no se encontraba con buena salud para salir aun así la obligaron a ir, acción contraria a la cuarentena que recomienda la Secretaría de Salud.
“Me siento muy cansada, siento mucha fiebre y estoy fastidiada, ya tenía licencia para estar en la casa pero nos mandaron un mensaje al grupo del trabajo para que nos hicieran otra prueba porque ya tengo 14 días con los síntomas, llegó un grupo de trabajo a realizarse la prueba, pero no alcanzaron por lo que mañana debo regresar a las 12”, comentó con el rostro desencajado mientras la cubría una careta y un cubrebocas.
De sus compañeras ninguna ha perdido la vida pero sabe que al menos hay dos adultos que ya murieron y después de estar dos semanas sin trabajar, este lunes se percató que había muchos cambios dentro del lugar. “Dice área Covid”, expuso.
Gustavo es uno de los nietos que tiene a su abuelo internado en la clínica 24 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al señor lo ingresaron desde el sábado 23 de mayo, después de que el viernes los propios encargados del asilo le avisaron que tenía síntomas de Covid-19.
“Los encargados nos dijeron que ya habían hecho dos pruebas de Covid-19 a los residentes, la primera contrataron a un laboratorio patito y que aquí habían salido 60 casos positivos y volvieron a contratar a otro laboratorio y ahí salieron 19 personas positivas y ahí salió mi abuelito, no sabemos en qué fecha se hicieron esas pruebas pero finalmente hasta el viernes 22 de mayo se nos informó que ya habían presentado síntomas”.
La familia duda que les hayan hecho el examen, pero si se lo hicieron, se preguntan por qué no les notificaron antes.
“Se habló con el doctor encargado del asilo y dijo que sí 'que la verdad se le había salido de las manos lo del Covid', osea que de repente empezó a brotar en todos”, mencionó a este diario.
“Nos está cambiando el panorama completamente muy rápido, es un trato un poco deshumanizado y negligente porque no se comunica el estado de salud de los residentes, debió haber una comunicación más seria de parte del asilo”, dijo.