Para mitigar la contaminación se puede considerar la propuesta del ingeniero Heberto Castillo Martínez en el sentido de perforar el Ajusco para colocar de manera horizontal tubos de 20 metros de diámetro para que por ahí se vaya la contaminación cuando soplen los vientos del norte hacia el sur.
Esta es una sugerencia que hace al gobierno de la Ciudad de México el arquitecto Benjamín Romano, creador del edificio más alto de la Ciudad de México que es Torre Reforma.
Romano, quien fue alumno de Castillo Martínez, destacó en entrevista con El Sol de México que sería oportuno que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, considerara viable esta opción. Explicó que los cerros que rodean a la capital del país en esta temporada de calor no permiten la dispersión de los contaminantes y éstos se estancan.
Comentó: "Heberto en su momento propuso perforar el Ajusco con unos tubos carreteros en ese lado del Ajusco, y lo que él decía muy interesante, es que el Valle de México es muy extenso, y los vientos de la Ciudad de México vienen del norte, entonces desafortunadamente toda la contaminación que nosotros hacemos los vientos la empujan, pero el cerro la contiene, entonces por eso estamos contaminados".
Cabe mencionar que este proyecto de Heberto Castillo, que no mencionó Benjamín Romano, también incluye la colocación de ventiladores gigantes en los cerros para dispersar los contaminantes. Esta idea fue descartada en su oportunidad por las autoridades, ya que se consideraba inviable.
Sin embargo, años después, la Universidad de Pensilvania calificó como posible el proyecto.