El jefe de gobierno, Martí Batres Guadarrama, encabezó el inicio de las pruebas operativas de 18 de las 33 atracciones del Parque Urbano Aztlán, en Chapultepec, el cual estimó abra en marzo.
Durante el acto, las autoridades capitalinas informaron que entre las atracciones que los visitantes podrán disfrutar, aunque no se dio una fecha exacta, están la Rueda de la Fortuna, que es la más alta de México, así como un Carrusel Veneciano, una Montaña Jurásica, entre otros.
“El parque se hizo con una visión sustentable y amigable con la naturaleza. De cultura con el Museo (Dolores Olmedo) y con un toque mexicano. Un gran espacio inmersivo donde podemos trasladarnos a siglos pasados de nuestra ciudad”, dijo Batres Guadarrama.
En la entrada del parque se conserva de recuerdo “El Martillo”, juego original de la antigua Feria de Chapultepec desde 1964.
Además algunos caminos y veredas del centro recreativo que conducen a los juegos fueron construidos con las maderas de la antigua montaña rusa.
En 2021, la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que la Feria de Chapultepec se transformaría en el Parque Urbano Aztlán. En mayo de 2023 la mandataria prometió la apertura para el 30 de agosto de ese mismo año.
Ayer, Batres Guadarrama reiteró que el acceso a este parque de diversiones será gratuito y contará con precios especiales en sus atracciones.
“La entrada va ser gratuita, la gente puede venir al parque a cada uno de sus centros de atracción, pero va tener un costo basado en tarifas populares para los habitantes de la Ciudad de México y tarifas de mercado para el turismo que vienen de los estados y del extranjero”, mencionó.
De acuerdo con las autoridades, los precios de los juegos van desde los 40 a los 120 pesos, y los paquetes con todo incluido tendrán un precio de 600 pesos para los adultos y 350 pesos para niñas y niños.
El nuevo centro de diversiones cuenta fuentes de agua, tiendas de juegos de destreza y cuenta con áreas de comida rápida en donde los visitantes podrán encontrar hamburguesas, pizzas y snacks.
El presidente de la empresa encargada de la reconstrucción del parque Mota Engil, José Miguel Añejos, dijo que como parte de la transformación plantaron más de 600 árboles, que representan 50 por ciento de áreas verdes y el otro 50 por ciento es concreto permeable que servirá para recargar los mantos acuíferos.
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“Toda el agua de consumo que se utilizará será tarda y reutilizada en nuestra planta de tratamientos, asimismo se utilizará esa agua para el riego de las áreas verdes y de las fuentes”, explicó.
Detalló que la totalidad de la electricidad será suministrada por energías renovables de la central hidroeléctrica de Necaxa.