Dos procesos están pendientes para que la Ciudad de México cuente con dos alertas de Género y para la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), María Candelaria Ochoa Ávalos, instancia encargada de este proceso, nada detendrá el análisis de estas solicitudes, pero su activación podría tomar otro año más.
Existen dos vías por las que Ciudad de México puede activar alertas para garantizar una vida libre de violencia para las mujeres: desde la Conavim, mediante un proceso en el que involucra un grupo de trabajo de académicos, o bien, el gobierno local, a solicitud de la Secretaría de las Mujeres, puede decretarla.
La primera Alerta de Violencia de Género (AVG) ante la Conavim la solicitaron las organizaciones Justicia Pro Persona y Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria en septiembre de 2017, pero hasta junio de 2019 llegó la resolución final: el mecanismo fue rechazado.
“La alerta federal sigue, siempre tenemos que interponer un recurso porque si no, estamos en una falta. Estaba por decidirse hace como un mes pero algunas asociaciones civiles propusieron que la Corte atrajera el caso y no sé cuánto más va a tardar, un año… ya estará por definirse, pero lo que sí es que la muestra es que seguimos trabajando Conavim y la Ciudad de México”, dijo Ochoa en entrevista con El Sol de México.
La Secretaría de Gobernación, a nombre de la Conavim, rechazó la primera AVG bajo dos argumentos, el primero porque el gobierno de Claudia Sheinbaum emprendió en la primera mitad del 2019 “acciones relevantes” para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. El segundo porque “no se actualizan elementos suficientes para declarar procedente la Alerta de Violencia de Género”.
Sin embargo, hizo extensivo un proyecto de 11 puntos que la ciudad tenía que aplicar en seis meses y al corte de diciembre de 2019, el gobierno local tenía la obligación de informar los resultados, pero no se ha hecho público este informe.
También está activo un segundo proceso ante la Conavim que la sociedad civil impulsa. “Es una cosa extraña porque quienes pusieron la alerta no sabían por qué, no tenían claro por qué, es de una organización política contraria a Morena, pero nosotros seguimos el proceso porque eso no va a detener una solicitud de alerta, esa es la encomienda que yo tengo y ya la aceptó el gobierno de la ciudad”, confirmó.
Para que la Conavim, instancia de la Secretaría de Gobernación, ordene a los gobiernos locales activar este mecanismo, no se tiene una fecha estimada, pues tienen tiempos de inicio, pero no de término.
Sin embargo, las alertas antes descritas son totalmente independientes a la Alerta por Violencia Contra las Mujeres, decretada en noviembre de 2019 por Claudia Sheinbaum pues, como se mencionó, el gobierno local está facultado para hacerlo exista o no algún procedimiento federal.
Fue luego de las recomendaciones que le hizo el gobierno federal que Sheinbaum aplicó lo establecido en Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y autodecretó el mecanismo local.
Celebró que el gobierno de Claudia Sheinbaum emprenda acciones aún sin tener las alertas federales activadas. “Cuando se habla de mucha impunidad no necesariamente tiene que ver con el Ejecutivo, sino con el Poder Judicial, le decía al presidente del tribunal (local) que es muy importante el trabajo que hagamos de manera cercana y de alguna manera supervisada, porque la gran mayoría de los hombres nos educan en la familia y desde una posición machista, patriarcal, entonces salen al mundo: al trabajo, a la escuela y aprenden eso. Tenemos que romperlo, pero en todos los espacios, desde todas las maneras, desde la casa, trabajo, escuela, transporte, hasta el gobierno, estamos obligados a funcionar de otra manera”.
A cuatro meses de la declaratoria local, las organizaciones que impulsaron el primer mecanismo, extendieron una carta en la que explican que si bien las alertas no son un objetivo en sí mismo, y su existencia no acaba automáticamente con la violencia, consideran urgente que se tomen en cuenta una serie de medidas para evitar se queden en un acto simbólico.