Ambulantes de la Alameda Central aseguraron que no se irán hasta que las autoridades capitalinas dejen de rentar definitivamente la zona para que empresarios privados instalen carpas, donde realizan actividades comerciales.
Norma Angélica Sánchez, vocera de la organización de comerciantes mazahuas de la Alameda Central A.C., sostuvo que la prevalencia de al menos 30 puestos de su grupo continuará en el parque y frente al Palacio de Bellas Artes, hasta que el gobierno de la CdMx deje de permitir la ocupación del espacio con ferias culturales y de libros.
De acuerdo con la representante, en 2012, luego de culminar la última remodelación de la Alameda al final de la administración de Marcelo Ebrard, autoridades y comerciantes pactaron no utilizar el parque como zona de comercio.
Para cumplirlo, el gobierno capitalino sólo cedió a la organización mazahua 60 lugares de venta en la Plaza de la Solidaridad, ubicada a un lado de la Alameda. En ese entonces la agrupación tenía 300 comerciantes de comida y artesanías en el parque central, por lo que 240 se desplazaron a otros espacios públicos de la ciudad.
Sánchez aseguró que el acuerdo se rompió con la siguiente jefatura de Gobierno, encabezada por Miguel Ángel Mancera, donde algunos espacios pertenecientes a la Alameda y colindantes con las vialidades de Luis Moya y Ángela Peralta, comenzaron a ser rentados para la colocación de ferias, por parte de varios empresarios.
“Nos damos cuenta (los ambulantes), todas las organizaciones, de que empiezan a vender el espacio a las carpas en las áreas a líderes que no, o sea, si tenías dinero ibas y pagabas tu permiso y les dejaban poner carpas en Ángela Peralta que es nuestra calle de origen”, recalcó la representante.
Ante lo que consideraron una falta, los comerciantes mazahuas decidieron regresar a la Alameda, pese a las prohibiciones oficiales, pues, de acuerdo con la lideresa, desde hace 60 años esa organización llegó al parque como los primeros comerciantes del lugar.
“Tenemos trabajando ahí desde hace tres generaciones de mi familia; mis padres y mis abuelos son vendedores históricos de la Alameda Central con permisos y recibos de todos los años que ellos trabajaron”, aseguró Sánchez.
La aparición de carpas continuó durante años, tan sólo en 2018, se instalaron cinco que, de acuerdo con la entonces jefatura de Gobierno perredista, tenían y pagaban permisos.
“En el caso de la Alameda es una instalación especial, porque además cuenta con una administración por parte del gobierno, está bajo nuestra rectoría. Entonces, ahí lo que hemos determinado es: bajo ciertas condiciones y en casos muy específicos, se autoriza a que se realice algún tipo de comercio. Vamos a ver si los que están ahí están autorizados y si no, se tienen que retirar”, dijo en ese entonces José Ramón Amieva, jefe de gobierno en ese año.
Sánchez reconoció que en el espacio de la Alameda también conviven otros grupos de comercios; sin embargo, aseguró que el grupo mazahua fue el primero en llegar a la Alameda y abrir la puerta al comercio ambulante. También explicó que aunque conoce al resto de gremios el trato es lejano.
La lideresa aseguró que la propuesta para las autoridades es que retiren a los privados de la Alameda y su grupo se irá. O que regulen el comercio y ofrezcan las mismas oportunidades a todos sin persecución.
“Prometen retirarse de la Alameda y que el gobierno se comprometa, o sea la propuesta es que no haya ningún comercio, pero nada de nada. Que haya voluntad, que haya orden, que haya seguridad y que sea una manera pacífica”, aseguró Andrea Gutiérrez, representante legal del colectivo de ambulantes.
En un recorrido realizado esta semana por El Sol de México en las inmediaciones de la Alameda Central se pudo observar que las dos carpas que albergaban una feria del libro y otra de artesanías ya no se encuentran, y el parque está amurallado y con presencia policial. Sin embargo, en un carril vehicular de Avenida Juárez, frente al Palacio de Bellas Artes, se reporta la presencia de decenas de vendedores de comida y artesanías.
LAS DETENCIONES
La lideresa de los comerciantes mazahuas aseguró que su familia ha sido víctima de acoso policial, ya que el pasado 20 de junio detuvieron a su hermano Juan Miguel y lo denunciaron por posesión y venta de drogas; sin embargo, el 24 de junio salió del Reclusorio Oriente, tras una audiencia que comprobó que la detención había sido ilegal. Esto quedó registrado en la carpeta con el número CI-FIDN/ACD/UI-3 C/D/00401/06-2024.
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“El gobierno está obligado a brindar seguridad en ese espacio, está obligado a brindar seguridad a estos comerciantes y están expuestos ellos son víctimas de eso también, entonces no puede venir a criminalizar los argumentando que todos son iguales, porque no todos son iguales, no todas las personas”, reprochó Sánchez.
Debido a esto, se presentó una denuncia por tres delitos: tortura injustificada, amenazas y atentar contra un grupo vulnerable indígena
El pasado 17 de julio, otro familiar de Norma, ahora su primo de nombre Isaac Samir, fue detenido y culpado por delitos similares; sin embargo, el 22 de julio recuperó su libertad, porque no se pudieron comprobar los delitos que autoridades presentaron, y quedó registrado en la carpeta con el número CI-FIDN/ACD/UI-3 C/D/00456/07-2024.